La más reciente jornada de protesta en Hong Kong ha sido en contra de la entrada del gobierno chino a la administración de la ciudad. (EFE)
Arcos, flechas y catapultas son utilizadas por los manifestantes en Hong Kong para combatir las cargas policiales en la más reciente jornada de protesta contra de la entrada del gobierno chino a la administración de la ciudad.
Uno de los agentes fue herido con una flecha en uno de los enfrentamientos en los alrededores de la Universidad Politécnica (PolyU) que ha sido tomada por los estudiantes como un refugio. El oficial fue atendido en la zona y poco después trasladado al hospital para extraer la punta que entró en su pierna.
Los policías intentaban liberar el ingreso al túnel subacuático Cross Harbour, relevante para el tránsito de la ciudad y cercano a las instalaciones de la Universidad Politécnica, cuya entrada fue tomada por los jóvenes opositores.
En las pasadas semanas los manifestantes han diseñado catapultas con las que lanzan rocas y bombas molotov, mientras continúan con sus labores de defensa, protegiéndose de gases lacrimógenos, balas de goma y agua a presión lanzada por tanquetas de las fuerzas antidisturbios, indicó la BBC.
Algunas universidades en las que se atrincheran los grupos pro democracia han decidido finalizar sus clases presenciales, reemplazándolas por cursos en línea, como es el caso de la Universidad Politécnica, que lo dio a conocer en su cuenta de twitter, y otros centros terminaron los semestres, invitando a los alumnos a dejar las instalaciones.
Se ha observado por primera vez, desde que iniciaron las manifestaciones, la presencia de miembros del Ejército Popular de Liberación de China, en las calles de Hong Kong, limpiando los espacios en los que ha habido enfrentamientos, lo que provocó reacciones diversas entre los ciudadanos.
Hong Kong se encuentra en recesión como consecuencia de las protestas, estas cifras se observan por primera vez en diez años, afirmó el gobierno local.
Las manifestaciones comenzaron tras el repudio a la propuesta de hacer posibles las extradiciones includa China, lo que según los opositores representaba un mayor control de Beijing.
