Al participar en el Foro de Prevención del Suicidio, señalaron que en varios estados de la República se inició un programa en el que se incorporó a profesionales de la medicina con capacitación especial en la atención de situaciones de riesgo. (ESPECIAL)
Se requiere de protocolos claros para la atención de las conductas suicidas, desde un operador capacitado en las líneas de emergencia del 911 hasta de enfermeras y médicos en hospitales que reciben a pacientes con conductas extremas, dijo el doctor en Psicología, Leonardo Martín Dorony.
Al participar en el Foro de Prevención del Suicidio, celebrado en el Congreso del Estado, señaló que en varios estados de la República se inició un programa en el que se incorporó a profesionales de la medicina con capacitación especial en la atención de situaciones de riesgo.
El secretario General de la Asociación de Suicidologia de Latinoamérica y el Caribe expuso que es necesario tejer en cada localidad redes sociales que se entrelacen, para conocer la situación que priva en ellas y tener un diagnóstico real que permita conocer las causas que originan las tendencias suicidas en todas las edades.
Martín Dorony expuso que no se puede trabajar con datos y estadísticas que se evalúan cada cinco o más años, puesto que la realidad es cambiante y las acciones que se asumen quedan rebasadas, como se observa en el fenómeno de la tendencia suicida que va en aumento.
Un primer paso, apuntó que disponer las 24 horas del día y los 365 días del año, personal capacitado en manejo de crisis, en las líneas de emergencia del 911 y definir protocolos claros de atención a pacientes con tendencias suicidas, puesto que muchas veces, los paramédicos no saben a qué institución deben llevarlos para su atención.
El doctor en Psicología y experto en el tema del suicidio observó que es mejor empezar a detectar a temprana hora, la problemática de cada región que incida en las conductas agresivas o de crisis, puesto que los hospitales siquiátricos, no son la solución.
Leobardo Marín dijo que es necesario cambiar la política de atención de la salud, no esperar que los pacientes, acudan a los hospitales, puesto que para muchos de ellos, no es fácil salir de sus hogares por diversas causas, por lo que se tiene que trabajar con los núcleos sociales, mediante la formación de redes, con todas las instituciones.
También, observó que en lo que se tiene que trabajar, es que el tema de las tendencias suicidas dejen de ser un tabú o un estigma para quienes lo padecen, por lo que la prevención y la atención temprana colectiva, puede ser un buen inicio.
En su exposición, citó que no basta que los diversos organismos, contraten psicólogos para atender las diversas manifestaciones de conducta, puesto que se requiere que estos sean previamente capacitados en la atención de la conducta suicida y tenga los elementos necesarios para rastrear el posible origen de esta.
