Señala el CEESP que será clave la cotización del precio del petróleo para impulsar los ingresos. (ARCHIVO)
Si los bajos pronósticos de crecimiento económico de uno por ciento se convierten en una realidad el próximo año y la plataforma de producción petrolera cae, el Gobierno federal enfrentará una menor recaudación tributaria de cerca de 60 mil millones de pesos, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
De acuerdo con el análisis semanal del organismo, los pronósticos de crecimiento que muestra la encuesta de expertos que hace el Banco de México (Banxico) se redujo a 1.21 por ciento para 2020.
"De cumplirse el pronóstico de la encuesta de Banxico, la recaudación tributaria sería 27.3 mil millones de pesos menor a la prevista", explicó el CEESP en el reporte.
Además, si la plataforma de producción de petróleo no alcanza la meta de un millón 951 mil barriles y quedara en un millón 851 mil barriles diarios, "la pérdida de ingresos congruente con los cálculos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público sería de 32.6 mil millones de pesos".
Sin embargo, el Gobierno tiene dos márgenes de maniobra para atender esa situación, pues por una parte están los 110 mil millones de pesos del Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP).
Y por otra, está la posibilidad de que el precio del petróleo rebase los 49 dólares por barril que se estimó, lo que puede dar 13.8 mil millones más por cada dólar adicional.
El organismo empresarial añadió: "Aunque el uso del fondo de estabilización para cubrir las contingencias señaladas no parece el más correcto, ya que en caso de presentarse el faltante este no será consecuencia de factores cíclicos sino de estimaciones demasiado optimistas".
Los economistas del CEESP sugirieron al Gobierno federal y a los diputados cuidar la asignación del gasto de 6 mil 107 miles de millones de pesos que se contempla en el Ley de Ingresos de la Federación 2020.
"Es particularmente importante que la asignación de los recursos sea lo más eficiente posible. Que se destinen a programas con reglas de operación y padrones de beneficiarios claros y transparentes y proyectos con comprobada rentabilidad social", expusieron.
El gasto presupuestario debe contribuir a detonar la inversión privada y estimular el crecimiento económico, por lo que otorgar recursos a programas sin reglas de operación o a proyectos que no cuenten con estudios de rentabilidad, si bien son rentables, políticamente no resolverán la falta de crecimiento económico, ni la pobreza, ni desigualdad, aseguró el organismo.
