Miles de personas acudieron a las tumbas de sus seres amados. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Ayer 2 de noviembre, los panteones de Gómez Palacio se llenaron de vida. Miles de personas acudieron a las tumbas de sus seres amados para que en su retorno a este mundo, como lo marca la tradición, sepan que siguen presentes en su memoria y en su corazón.
En el Panteón Municipal de Gómez Palacio, la familia Limones Moreno fue a visitar tres tumbas; la del patriarca, la matriarca y uno de sus hijos. Los ocho descendientes restantes, acudieron a adornar con cempasúchil y mano de león, principalmente, las lápidas.
"Cada año venimos hijos y nietos, nos estamos todo el día porque vamos a la tumba de mi mamá, mi papá y un hermano, nos traemos comida para convivir un rato", relató Víctor Limones mientras formaba la frase "Te amo mamá" con pétalos de mano de león.
La música fue parte de la celebración familiar, pues una persona llegó para tocar los acordes de algunas canciones, entre ellas Amor eterno, misma que dedicó especialmente a su mamá Manuela, quien falleció hace nueve años.
Esta ancestral tradición también permite convivir a los integrantes de la familia, pues se reúnen alrededor del lugar en el que descansan los restos de sus padres para departir y pasar un rato agradable.
Debajo de un toldo, colocado en el mismo panteón, se encontraba la familia García Valdés, quien al igual que los Limones Moreno, pasan la mayor parte del 2 de noviembre frente a las tumbas del patriarca, una de sus hijas y una bebé que se fue hace más de 20 años, cuando recién había nacido.
"Cada año es lo mismo, siempre nos ponemos de acuerdo, traemos comida, cada quien trae su lonche lleno de frijolitos, de huevo y nos compartimos de todo, y ya cuando está oscureciendo, nos pasamos a recoger", dijo María Elena Valdés.
Como parte de su tradición, solicitaron a una banda que entonara algunas canciones. Su hija, Elenita, cumpliría años el cuatro de noviembre, por lo que la primera melodía fue Las mañanitas, "con esa inician siempre, es para mi niña".
Posteriormente tocaron La cruz de madera, la cual era la favorita de su padre Antonio García y Un rinconcito en el cielo, para José Antonio, su hermano.
"Siempre van a estar en nuestros corazones y este día es muy especial porque venimos todos a visitarlos", dijo.
METEN AGUA
En esta ocasión, la introducción de agua estuvo muy restringida debido a que el municipio cuenta con un brote de dengue y las autoridades prohibieron la introducción de agua para evitar la proliferación del mosco transmisor de la enfermedad.
No obstante, muchas familias hicieron caso omiso y lograron meter agua para limpiar las tumbas o, bien, colocarla en los floreros.
Para quienes no traían, tenían la opción de comprarla, pues no faltó quién ofreció el vital líquido, según dijeron.
SALDO
Hasta ayer por la tarde, la visita a los panteones había dejado como saldo cuatro personas con lesiones leves por accidentes en tumbas, además de seis personas con picaduras de abeja, por lo que fueron trasladadas a la Cruz Roja para su atención médica, según informó José Miguel Martínez, director de Protección Civil.
El ataque de abejas se registró en el Panteón Jazmín del ejido Las Lagartijas.
Protección Civil, Seguridad Pública y Tránsito y Vialidad, participaron en el operativo "Panteón Seguro" con la presencia y vigilancia permanente en dos camposantos ubicados en el área urbana, uno más en el área rural y de forma itinerante en 10 ubicados también en los ejidos.
