?No debemos de tratar de vender cosas solo porque hay mercado, sino más bien debemos tratar de crear un mercado nuevo comprendiendo exactamente las necesidades potenciales de los clientes y la sociedad?.
Hideo Sugiura
HONDA
En estos tiempos que estamos viviendo cada día impactados constantemente no solo por los acontecimientos económicos sino también por la inestabilidad que provocan los actos de terrorismo y que constantemente se suscitan en el mundo, lo cual repercuten y dificultan la planeación y efectividad en nuestras empresas para poder ser acertivos en el mercado objetivo que pretendemos.
Hoy más que nunca la visión que debemos precisar es el ímpetu fundamental que dinamice a los grupos de trabajo en la organización, pues sin ella los miembros de la misma no tendrán la inspiración que les permita rendir al máximo y sobre todo, unir y coordinar esfuerzos con el fin de alcanzar metas exitosas y comunes que parecen imposibles.
A escala mundial la globalización permite una creciente y dinámica interdependencia entre los países, reflejándose en los flujos internacionales de bienes, servicios, capitales y conocimientos que se convierten en un cerco para una nación emergente como es la nuestra, que constantemente se ve afectada por las decisiones de los países industrializados que trasladan sus deficiencias hacia los países emergentes.
Es indudable que los diferentes acontecimientos externos que se han suscitado en los últimos años han trastocado las economías mundiales y en especial las medidas que particularmente en materia de seguridad ha incrementado Estados Unidos, se han resentido particularmente en México por la proximidad geográfica y la alta dependencia económica que tenemos con ellos; esto lo ha resentido principalmente el sector exportador en algunos de sus sectores, ya que como sabemos destinamos casi 90 por ciento de las ventas hacia ese país, pero hubo un cambio fundamental en la parte importadora, ya que los bienes y servicios del vecino país cayeron más del 60 por ciento del total, cuando en algún momento fueron mayores a un 80 por ciento; además de que estamos resintiendo el desplazamiento por nuestros niveles de competitividad, especialmente frente a las naciones con las que también competimos como es el caso de China, India ó Corea.
Y si a lo anterior agregamos el clima de inseguridad que se ha recrudecido en diversos estados de la República Mexicana y no se ha podido desterrar del abuso constante y sistemático que de la ley hacen muchos políticos e incluso autoridades, es obvio que ante un clima de ilegalidad también es un ingrediente que propicia la desconfianza generalizada tanto para un inversionista interno como del exterior, quizá debido a lo anterior tanto en América Latina como en nuestro país en lo particular se están rezagando no obstante que nosotros tenemos aún inversión extranjera directa, requerimos una puntual observancia de la ley, un verdadero trabajo legislativo y un sistema de gobierno conectado con la realidad que permita crear el clima necesario para proteger los intereses propios y extraños.
La competitividad es un indicador del desempeño potencial de crecimiento y el aumento de la misma permite producir con calidad y menor costo para aspirar a llegar a mercados más amplios y son las propias empresas al margen del Gobierno las que tienen que enfrentar la competencia hacia el exterior y también hacia el interior de nuestro país, esto con una clara capacidad y velocidad de respuesta ante tantos cambios; incluso vencer el reto de prácticas desleales como ha estado pasando en algunas ramas de la economía, pues el Gobierno se observa incapaz de renegociar o al menos instrumentar programas de incentivos como defensa contra prácticas comerciales de privilegio o la aplicación de reglas antidumping que dejan indefendibles a sectores mexicanos; independientemente de la falta de financiamiento oportuno, plazos y tasas de interés que permitan una mayor competitividad internacional.
A pesar de lo anterior siempre hay coyunturas de mercado que se pueden aprovechar siempre y cuando se tenga la capacidad de innovar, actualizar tecnología y cambiar procesos que permitan dar un valor agregado para los clientes; en la planeación estratégica es importante determinar donde la organización es fuerte y cuáles son sus debilidades, además de contar con la suficiente información de productos y mercados e incluso conocer como se desenvuelven nuestros competidores. Debemos estar concientes que es el tiempo de los consumidores y ellos son los que mandan, además para insertarse en la competencia es necesario tener una articulación productiva en todos los procesos con un proyecto y una visión bien definida en donde concurran: la estrategia, políticas, cultura empresarial, liderazgo y desde luego el cariño y compromiso de todos los actores que conforman la organización dentro de la empresa.
