Ileana Díaz (al centro), junto a sus compañeras Hannah Gross y Tirza Izelaar armaron un proyecto para la Dutch Design Week. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Ileana Díaz Couder Breceda es una lagunera que recién participó en la Dutch Design Week, un evento en el que participan más de 2,600 diseñadores y al cual acuden más de 200 mil personas.
Luego de haberse graduado como Licenciada en Diseño Industrial en una universidad de Torreón, emigró junto a su novio a Europa, donde después de trabajar en áreas administrativas en Bélgica, terminó estudiando la maestría en Países Bajos.
Dentro del posgrado, Ileana y sus compañeras Hannah Goss, canadiense y Tirza Izelaar, neerlandesa, tuvieron que desarrollar un proyecto en la materia de tecnologías interactivas, el cual fue tan atractivo que terminaron siendo invitadas al evento.
"Cuando acabó el semestre nos mandaron un correo y nos dicen que les gustó bastante el proyecto, nos invitaron y preguntaron si queríamos estar en el evento", relató.
"La respuesta a la pregunta era obvia pero iba más orientada a que íbamos a tener que invertirle más tiempo en mejoras para que se viera más robusto y profesional", declaró la joven.
La Dutch Design Week, explicó Ileana, es un evento en el que se exhiben principalmente ideas y conceptos. "Son proyectos de todo lo que te imaginas obviamente abarcando el área creativa. Tanto hay mobiliario como productos, diseño de interiores, instalaciones y proyectos de investigación sobre diseño".
FELICIDAD INESPERADA
El proyecto de Ileana y sus compañeras se llama Blip, "una palabra que significa una desviación de tu cotidianidad", precisó.
Consiste en una instalación de globos de aproximadamente 80 centímetros de diámetro con una carita feliz que cada vez que se tocan encienden una luz y emiten un sonido.
El diseño, profundizó Ileana, "está basado en las necesidades fundamentales del ser humano como conexión y sentido de pertenencia. Éstas están reflejadas en las características del globo teniendo cada uno su personalidad".
Para ello, tomaron un marco teórico para reflejar por medio del color, el sonido y la cara los rasgos de la personalidad: humor, amabilidad, vitalidad, honestidad, curiosidad, amor, esperanza, valentía y creatividad.
Lo que sucede en la instalación es que la gente la observa y empieza a explorarla, así pues "se enfoca en eso y por un momento pequeño se le olvidan los pendientes o lo que tienen que hacer en el día", dijo.
Al respecto, comentó que "se trata de que la gente sonría y se acuerde de ese instante pequeño de las cosas que les gustan hacer para a largo plazo mejorar el bienestar y la felicidad de la gente".
Por ello, entre tantos distintos proyectos e ideas, Ileana expresó que "cuando la gente ve el nuestro se acerca y empieza a explorar los globos y se empiezan a reír. entonces se preguntan el objetivo del nuestro y se dan cuenta de que es eso: ser felices".
De todo eso se dan cuenta por medio de la exploración y el movimiento corporal, ya que cada uno de los globos está colocado a diferentes alturas, para que se les pueda pegar o tocar con los pies, brazos o hasta la cabeza.
Dicha interacción crea a la vez "una experiencia musical y ligera más inmersiva, en el que la familiaridad, la conexión, la nostalgia, la sorpresa, la creación, la reflexión, la belleza y la simplicidad conforman todos los ingredientes para una felicidad inesperada", dijo Ileana.
El proyecto podría ser utilizado en diferentes espacios públicos como parques, plazas, además de hospitales, casas de anciano y por supuesto empresas.
POR LOS SUEÑOS
Al considerarse a sí misma afortunada, Ileana recomendó a la gente que "si tiene una idea o algo, se acerquen a buscar una maestría, diplomados u otra información para conectar con gente y hacer proyectos".
De esa manera, consideró que "hay muchas oportunidades en todo el mundo, pero a veces por falta de información la gente no se entera".
