Filipinas se encuentra hoy en alerta máxima ante posibles ataques de grupos terroristas locales, a modo de venganza por la muerte del líder del grupo extremista Estado Islámico (EI), Abu Bakr Al-Bagdadi. (ARCHIVO)
Las fuerzas de seguridad filipinas se encuentra hoy en alerta máxima ante posibles ataques de grupos terroristas locales, a modo de venganza por la muerte del líder del grupo extremista Estado Islámico (EI), Abu Bakr Al-Bagdadi, anunciada la víspera por Estados Unidos.
Según el general brigadier Edgard Arévalo, portavoz de las Fuerzas Armadas de Filipinas (AFP), “la muerte de al-Bagdadi se traducirá en actividades terroristas". No obstante, apuntó, "estamos listos para combatir cualquier eventualidad”.
El vocero destacó que a pesar de la confianza de la AFP, las fuerzas militares terrestres han sido alertadas para monitorear de cerca las conspiraciones de los grupos terroristas locales, como Abu Sayyaf, que opera en la sureña región de Mindanao y ha jurado lealtad al EI.
En este mismo sentido se pronunció el teniente general Cirilito Sobejana, jefe del Comando de Mindanao Occidental (Westmincom), quien considera muy posible que yihadistas locales lleven acabo ataques, como muestra de simpatía al EI y en venganza a la muerte de al Bagdadi.
"Nuestras unidades de Inteligencia están monitoreando de cerca cualquier plan hostil en relación con la neutralización del líder internacional de EI", dijo Sobejana a la prensa, en declaraciones recogidas por la edición electrónica del diario Philstar.
Sobejana informó que envió un mensaje de radio a todos los comandantes en el terreno bajo su área de operaciones, para estar atentos y tomar medidas proactivas en pos de frustrar cualquier complot terrorista que busque vengar a al-Bagdadi, fallecido el sábado en una operación de las fuerzas especiales estadounidenses en la provincia siria de Idlib.
La muerte del líder terrorista internacional, abundó, afectará algunas partes del país donde hay grupos que prometieron lealtad y quieren asociarse con el EI, como Abu Sayyaf e Isnilon Hapilon.
Sobejana dijo que están tomando medidas proactivas, "basadas en el peor de los casos, bajo el supuesto de que llevarán a cabo un ataque de represalia, perpetrado incluso por militantes extranjeros que se han unido a las filas de Abu Sayyaf y puedan influir entre yihadistas locales para realizar ataques".
Ante el riesgo real de un posible acto terrorista, Sobejana instó a las comunidades civiles de la región a continuar su vigilancia y ayudar a las autoridades militares y policiales en el monitoreo de cualquier movimiento de los grupos terroristas.
El grupo extremista Abu Sayyaf fue fundado en 1991, en la ciudad de Basilan, a unos 880 kilómetros al sur de Manila, por un grupo de predicadores y forajidos que se comprometieron a hacer la yihad (Guerra Santa) a través del extremismo y la delincuencia.
Estados Unidos y Filipinas califican a Abu Sayyaf como una organización terrorista por los atentados mortales, secuestros y decapitaciones que ha llevado a cabo en las últimas décadas, y como consecuencia de los cuales han muerto más de cinco mil personas en el archipiélago.
