Julian Assange comparece en audiencia de su proceso para determinar si es extraditado a Estados Unidos. (EFE)
Un Julian Assange avejentado y balbuciente compareció ayer en la Corte de Magistrados de Westminster en una audiencia de su proceso para determinar si es extraditado a Estados Unidos, donde enfrentaría 18 cargos por filtrar información confidencial.
Estados Unidos tiene recursos ilimitados y una ventaja que no es limpia, dijo sobre el proceso, que su abogado Mark Summers consideró un intento del presidente estadounidense Donald Trump para mostrar a los periodistas las consecuencias de publicar información, citó el británico Independent.
Assange fundó en 2006 WikiLeaks, organización multinacional especializada en el análisis y publicación de bases de datos censuradas o de acceso restringido por gobiernos acerca de situaciones de guerra, espionaje y corrupción, con más de 10 millones de documentos publicados a la fecha.
El australiano de 48 años de edad dijo en la corte este lunes con voz titubeante que no podía pensar de manera apropiada, manifestó su incomprensión de los procedimientos judiciales que calificó de inequitativos y lamentó que se encontrará en un lugar donde le es imposible acceder a información o a sus escritos.
Poco antes de la audiencia de este lunes, Amnistia Internacional demandó al gobierno británico rechazar la solicitud estadounidense de extradición ante los serios riesgos de violación a los derechos humanos de Assange si es enviado a Estados Unidos.
Por su parte el abogado Summers insistió en la motivación política de la demanda de extradición estadounidense, y acusó a Washington de obtener copias de forma ilegal de los teléfonos y computadoras que usaba Assange cuando permaneció en la embajada de Ecuador en Londres.
La jueza de distrito Vaness Braitser rechazó la solicitud de la defensa para demorar la audiencia definitiva de extradición tres meses como solicitó la defensa, y dijo que la próxima sería el 19 de diciembre mientras la final será en febrero, como está planeado.
