Aaron Hicks observa su cuadrangular de tres carreras en la primera entrada. (AP)
Aaron Hicks y DJ LeMahieu zarandearon a Justin Verlander con un par de jonrones en el primer inning, James Paxton salvaguardó la ventaja y los Yanquis de Nueva York se mantuvieron a flote en la serie de campeonato de la Liga Americana al vencer ayer 4-1 a Houston.
Desdibujados en casi todas las facetas al sucumbir en los previos dos juegos de local, los Yanquis se acercaron 3-2 en la serie al mejor de siete.
Luego que los Astros se adelantaron con una carrera que anotaron tras un lanzamiento descontrolado de Paxton, Nueva York respondió de inmediato.
LeMahieu desapareció el segundo lanzamiento de Verlander por el jardín derecho. Hicks encontró a dos compañeros en circulación y también la sacó con un batazo cerca del poste de foul del derecho, su primer jonrón desde julio tras sufrir un prolongado periodo de baja por una lesión.
Fue algo insólito en los anales de los Yanquis en postemporada: nunca habían conectado dos jonrones en el primer inning en 404 juegos previos de postemporada.
Verlander quedó de cuclillas sobre la grama mientras Hicks recorría las bases.
Los Yanquis necesitaban imperiosamente de una salida prolongada de su abridor y Paxton respondió con un esfuerzo de seis innings, más la contribución de su bullpen para domar a los Astros.
"Aún no estaba dispuesto para irme a casa", dijo Paxton. "Salí a dar todo lo que tenía y luchar".
Sin margen de respiro, los equipos empacaron maletas para embarcarse de vuelta a Texas, donde la serie continuará hoy por la noche.
Se anticipa que ambos protagonizarán un duelo de bullpens en el sexto partido. Nadie adelantó quién será su siguiente abridor, presagiándose que Houston recurra al mexicano José Urquidy y que Nueva York use al relevista Chad Green de entrada o asigne a J.A. Happ.
Si los Yanquis logran mantenerse en pie y llevar la serie al límite, tendrán que vérselas con Gerrit Cole, el as que ostenta una foja de 19-0 desde mayo. El dominicano Luis Severino abrirá por Nueva York.
Después de una breve apertura de 2 1/3 innings en el segundo juego, Paxton recetó nueve ponches, permitiendo cuatro hits y cuatro boletos.
El cubano Aroldis Chapman retiró 1-2-3 para acreditarse el salvamento.
Tras permitir un par de jonrones en el primer inning por primera ocasión en 28 aperturas de postemporada, Verlander se recuperó y retiró a 10 bateadores en fila tras el jonrón de Hicks. Volvió a ser el pitcher que es candidato a llevarse otro premio Cy Young al completar la noche con una faena cinco hits en siete innings, con nueve ponches y sin dar boletos.
"Mi control de la recta no fue el mejor y dejaba el slider colgando", dijo Verlander.
No todo fue color de rosa para los Yanquis.
Una noche después que los Yanquis cometieron cuatro errores en la derrota 8-3, todo pintaba mal cuando quedaron abajo en el marcador en una secuencia en la que George Springer se embasó con un hit al cuadro, avanzó a segunda por un pásbol de Gary Sánchez, siguió a tercera con un rodado y anotó cuando Paxton lanzó una bola rompiente que picó frente al guante del receptor dominicano.
Los bats de Nueva York se hicieron sentir al fin, al menos en el primer acto. El jonrón de Hicks puso fin a una tanda de 15 turnos seguidos en los que habían fallado con corredores en posición de anotar. Y siguen dependiendo del batazo largo: 12 de sus 17 carreras ante los Astros han sido por cortesía de jonrones.
