Finanzas Economía Mexicana Trabajadores México IMSS Empleo Formal Wall Street

PREMIO NOBEL DE ECONOMÍA

Luchan contra pobreza con educación y salud

Los tres economistas deciden contender desde una trinchera diferente y esto les merece el Nobel

Sus estudios experimentales contra la pobreza a través de la educación y la salud les valieron el premio Nobel de Economía. (ARCHIVO)

Sus estudios experimentales contra la pobreza a través de la educación y la salud les valieron el premio Nobel de Economía. (ARCHIVO)

EL SIGLO DE TORRÉON

Aunque el problema de la pobreza es global y complejo y requiere de debates y análisis, Duflot, Kremer y Banerjee deciden tratarlo desde una perspectiva diferente: combatiendo los problemas de salud de las comunidades y elevando los niveles educativos de un grupo de individuos. Y lo lograron.

Este enfoque experimental sobre la pobreza les mereció el Nobel de Economía, sin importar su edad, nacionalidad y bien el enfoque de sus análisis.

Esther Duflot, Michael Kremer y Abhijit Banerjee, tres expertos en el campo del desarrollo que han transformado los estudios sobre pobreza con un enfoque experimental y que han tenido influencia directa en las políticas en ese área.

El indio Banerjee, el estadounidense Kremer y la francesa Duflot han jugado un rol "decisivo" en reformular la investigación en economía de desarrollo en las últimas dos décadas, señaló en su fallo la Real Academia de las Ciencias sueca.

Sus estudios han tenido resultados concretos en áreas como salud y educación, han "ayudado" a aliviar la pobreza global y tienen un gran potencial en mejorar más las vidas de las capas más pobres de la sociedad.

Banerjee, Kremer y Duflot mostraron cómo se puede encarar la pobreza global descomponiéndola en cuestiones más precisas a nivel individual o de grupo, respondidas luego usando experimentos de campo especialmente diseñados.

La productividad presenta grandes diferencias, no solo entre países ricos y pobres, sino también dentro de los propios países pobres, como señalaron Banerjee y Duflo en varios estudios.

¿CÓMO INICIÓ?

A mediados de la década de 1990, Kremer trasladó parte de su investigación del noreste de Estados Unidos a la Kenia rural, donde realizó varios ensayos de campo con una ONG local.

Así, escogieron escuelas que necesitaban apoyo y las dividieron al azar en grupos diferentes: todas recibieron recursos adicionales, pero de forma diferente y en momentos distintos.

Los experimentos mostraron que ni la disponibilidad de más libros de texto ni la introducción de más comidas gratuitas en las escuelas tenían influencia en los resultados de aprendizaje.

Estudios posteriores de los galardonados revelaron que el problema principal en muchos países pobres no es la falta de recursos, sino que la enseñanza no está lo suficientemente adaptada a las necesidades de los alumnos.

Banerjee y Duflo probaron en otra investigación posterior en dos ciudades indias que ayudas concretas a los alumnos más débiles eran una medida efectiva a corto y medio plazo.

A los trabajos de campo en Kenia e India siguieron muchos similares en otros países, centrados también en aspectos como la salud, el acceso al crédito y la adopción de nueva tecnología.

Los premiados han estado a la cabeza de la investigación de la validez externa y el desarrollo de nuevos métodos que consideren los efectos excluyentes e indirectos de los trabajos de campo. Ello, unido al hecho de vincularlos con la teoría económica, ha permitido que se generalicen resultados a otros contextos parecidos.

Los trabajos de Banerjee, Kremer y Duflot sobre tutorías de apoyo han influido por ejemplo en la adopción de programas de ese tipo en India, que afectan a 5 millones de escolares.

LOS ESTUDIOS DE SALUD

Y sus estudios sobre antiparasitarios han sido determinantes en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para distribuir medicina de forma gratuita a más de 800 millones de escolares en áreas donde más del 20 % padece de un tipo específico de infecciones por lombrices parasitarias.

Los tres investigadores suceden en la nómina del Nobel de Economía a los estadounidenses Willian Nordhaus y Paul Romer, premiados por revelar las interacciones de la economía de mercado con la naturaleza y el conocimiento.

DULFO CELEBRARÁ SU CUMPLEAÑOS CON UN NOBEL DULFO

El premio para Duflo, que la semana que viene cumple 47 años, confirma además el dulce momento que vive el estudio de la economía en Francia, con nombres tan insignes como el de Jean Tirole, Nobel en 2014, o el mediatizo Thomas Piketty, autor de la obra de referencia “El capital en el siglo XXI”. La labor de Duflo ya había sido reconocida en múltiples ocasiones anteriormente pese a su juventud, con el premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales que recibió en 2015 o la medalla John Bates Clark en 2010(que distingue almejor economista en Estados Unidos menor de 40 años).

Interesada por las políticas de desarrollo y alérgica a los focos públicos, la economista se ha labrado un nombre en el mundo de los números por su capacidad para aplicar al mundo real las teorías de la lucha contra la pobreza.

Su rostro saltó a la luz en Francia cuando en2013 el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, la incluyó en su exclusivo comité presidencial para el desarrollo, el arma con el que pretendía promover las ideas para acabar con las desigualdades.

Esto supuso la consagración de su laboratorio Jameel Poverty Action Lab (J-PAL), una red de 181 profesores afiliados provenientes de 58 universidades alrededor del mundo cuya misión es “reducir la pobreza garantizando que las políticas públicas se basen en la evidencia científica”, según su página web.

Para Duflo y sus colaboradores, la teoría no se queda en los libros, sino que está pensada para salir a la realidad y confrontarse a los desafíos del mundo que pretendía transformar.

“La clave está en saber cómo hay que gastar el dinero, no cuánto”, señalaba en su libro “Repenser la pauvreté”(Repensar la pobreza), donde teorizaba sobre su divorcio de la macro economía en favor de la aplicación de sus tesis.

A partir de esos preceptos, al frente del laboratorio que creó en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), Duflo lanzó un amplio programa de estudio de proyectos humanitarios para optimizar su rendimiento, con el punto de mira en los millones de seres humanos que viven con menos de un dólar al día.

Su laboratorio elige al azar experiencias de ayuda al desarrollo para estudiar su eficiencia. Así, llegó a conclusiones como que ofrecer un saco de lentejas a la familia de campesinos indios del Rajastán que acudían a vacunar a sus hijos se mostró como un método eficaz.

“Hace medio siglo que gastamos dinero en los países en vías de desarrollo sin habernos preocupado de verificar si funciona o no, cómo y por qué”, asegura.

Para Duflo, si las políticas públicas de lucha contra la pobreza no logran sus objetivos es por que parten de una comprensión inadecuada del problema.

Sus postulados revolucionaron la economía hasta ese momento teoricista, según reconoce su amigo Piketty, a quien conoció hace más de 25 años.

De “izquierda pragmática”, Duflo rechaza el discurso “de la derecha” de que el problema del subdesarrollo se asienta en el mal gobierno y lo considera “un argumento para no hacer nada o reducir los presupuestos”. Nacida en París en 1972 y criada en las afueras de la capital como la segunda de tres hijos de una pareja formada por un matemático y una pediatra protestantes de izquierdas, fue siempre precoz en sus estudios.

La Escuela Normal Superior (ENA) la llevó a Moscú para estudiar la revolución bolchevique y fue en la capital rusa donde tomó gusto por la economía. Su talento y capacidad de trabajo la pusieron en el punto de mira de las más prestigiosas universidades del mundo, pero finalmente fue el MIT quien se hizo con sus servicios y con 32 años empezó a dar clases en el prestigioso centro.

Es madre de un hijo con el economista indio Abhijit Vanayak Banerjee, también reconocido hoy con el Nobel, y está considerada como una de las economistas más influyentes de Francia, aunque su voz ha sido tradicionalmente más escuchada en Estados Unidos que en su país de origen.

BANERJEE, TODA UNA VIDA EN EL COMBATE A LA POBREZA

El economista Abhijit Banerjee, uno de los tres galardonados con el Nobel de Economía de 2019, es un economista estadounidense de origen indio que ha dedicado su carrera a comprender y estudiar nuevas vías para combatir la pobreza en el mundo. Profesor de Economía en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en 2003 cofundó en esta universidad, junto a la también galardonada este año Esther Duflo, el “Laboratorio de Acción contra la Pobreza” (Abdul Latif Jameel Action Lab) o J-PAL, centro que desde entonces dirigen.

Banerjee nació en 1961 en la ciudad occidental india de Bombay, y se formó en la Universidad de Calcuta (este de la India), la Universidad Jawaharlal Nehru (JNU) en Nueva Delhi y la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, donde se doctoró en 1988 con un tesis en economía de la información.

Miembro de la Academia Americana para las Artes y las Ciencias, sus áreas de investigación son la economía del desarrollo y la teoría económica, según resume el J-PAL en su página web. En el centro de su carrera está precisamente la creación del J-PAL en compañía de Duflo, una institución cuya “misión es reducir la pobreza garantizando que las políticas públicas estén informadas por evidencia científica”, de acuerdo con su web.

El centro cuenta con una red de 181 académicos afiliados provenientes de 58 universidades de todo el mundo, con oficinas como la J-PAL para Iberoamérica y el Caribe en la Universidad Católica de Chile.

Su obra más conocida, escrita en colaboración con Duflo, es el estudio “Repensando la Pobreza: Un giro radical en la lucha contra la desigualdad global”.

Fue elegido libro del año en 2011 por The Financial Times y calificada por el economista indio Amartya Sen, también nobel de Economía, como “un libro maravillosamente lúcido sobre la naturaleza real de la pobreza”.

Banerjee ha recibido numerosos galardones internacionales, a título individual o compartidos con Duflo, por sus estudios en desarrollo o la creación del innovador Laboratorio de Acción contra la Pobreza, entre los que se incluye el Premio Infosys 2009 o la Alfred P. Sloan Fellowship (1994-96) y Guggenheim Fellowship (2000).

La prestigiosa revista Foreign Policy lo situó en el top 100 de los principales pensadores de 2011.

El centro J-PAL recibió, además, el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento 2008 en la categoría de Cooperación al Desarrollo, por promover “la utilización de métodos científicos para evaluar la eficacia en el empleo de los fondos destinados a la ayuda al desarrollo”. El laboratorio “ha llevado a extender el uso de este enfoque tanto por parte de los técnicos como de los investigadores en el campo del desarrollo” y ha logrado, “en algunos casos, actuaciones políticas importantes”, según el jurado.

Sobre Banerjee, la fundación destacó que, junto a Duflo, llevó a cabo “evaluaciones aplicadas a la educación” o el análisis de “las llamadas ‘escuelas informales’ de las áreas tribales de la India”. Por su labor al frente del J-PAL también recibió con Duflo el prestigioso premio Albert Hirschman.

KRAMER, UN PROFESOR DE CAMPO

El economista estadounidense Michael Kremer, profesor de la Universidad estadounidense de Harvard, es conocido por sus experiencias en relación con asuntos vinculados al desarrollo de países de África y Latinoamérica y la Real Academia de las Ciencias sueca destacó sus trabajos en Kenia.

Junto con el indio Abhijit Banerjee y la francesa Esther Duflot el Nobel de este año resalta los trabajos de todos ellos en el “alivio de la pobreza” y, en el caso de Kremer que ha hecho investigaciones en el ámbito de la educación, la salud, el abastecimiento de agua y la agricultura en los países en desarrollo. Kremer nació en 1964 y es actualmente profesor de Sociedad en Desarrollo en el Departamento de Economía de Harvard, donde se ha ocupado también de asuntos vinculados con la inmigración y la globalización. La Academia sueca destacó que Kremer contribuyó a demostrar a mediados de la década de los noventa la utilidad de la aproximación experimental para probar intervenciones destinadas a mejorar los resultados escolares en el oeste de Kenia. Según la Universidad en la que ahora trabaja y en la que se doctoró en Economía, Kremer ha sido seleccionado como uno de los cincuenta científicos estadounidenses más importantes y ha recibido galardones por sus trabajos en economía sanitaria, economía agrícola y sobre Latinoamérica. Ha contribuido además en estudios sobre el estímulo de la inversión privada en la investigación sobre vacunas y en la distribución de estas para combatir enfermedades en países en desarrollo. En 2002 Kremer participó en un programa de bonos para la escolarización privada en Colombia en el que abordó el impacto de uno de los mayores de este tipo en el mundo, el Programa de Ampliación de Cobertura de la Educación Secundaria.

Leer más de Finanzas

Escrito en: Premio Nobel de Economía BANERJEE DUFLO KRAMER

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Finanzas

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Sus estudios experimentales contra la pobreza a través de la educación y la salud les valieron el premio Nobel de Economía. (ARCHIVO)

Clasificados

ID: 1630504

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx