Es una medida excesiva que traerá resultados desfavorables, consideró el dirigente del PRD, Cecilio Campos. (ARCHIVO)
La medida que aprobó la Cámara de Diputados, mediante la cual se establecen "candados" de 10 años para que exservidores públicos no puedan desempeñarse en el sector privado, es excesiva y podría tener un efecto adverso al esperado.
El presidente del PRD en Gómez Palacio, Cecilio Campos Jiménez, consideró que aunque sería una acción que evitaría conflictos de intereses, resulta drástico y excesivo aplicarla por una década, por lo que incluso constitucionalmente se podría combatir por parte de los directamente afectados.
Consideró que la disposición traerá un efecto adverso, pues gente con capacidades seguramente ya no querrá desempeñarse en el Gobierno y será sustituida por políticos sin formación que se dedican al servicio público desde siempre.
"Esto es delicado porque a los políticos no se les aplican pruebas de capacidad, ni tienen que reunir algún requisitos profesional, a diferencia de los médicos, abogados, ingenieros o técnicos", según expuso Campos.
El resultado será que habrá un mayor número de políticos ocupando puestos clave, sin la adecuada formación para ejercer funciones complejas que dichos cargos demandan, y que en algunos casos requieren de preparación y experiencia incluso de nivel internacional.
El dirigente consideró que la obsesión del actual Gobierno por dar resultados en materia de combate a la corrupción, lo hace impulsar medidas arrebatadas y mal aplicadas, aunque la intención sea buena.
Con este tipo de acciones, dijo, buscan compensar todas las fallas que se están teniendo en rubros como la seguridad pública, la economía y otros donde la llamada Cuarta Transformación ha cometido ya muchos errores que podrían resultar irreversiblemente en perjuicio para el país.
