Dijeron que sería irresponsable permitir elecciones. (ARCHIVO)
La presidenta nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, y el líder del partido en la Cámara de Diputados, Mario Delgado Carrillo, sostuvieron que no hay condiciones para la renovación de dirigencias vía congresos distritales y alertaron que "agentes externos" podrían meter mano en ese partido.
Polevnsky y Delgado, ambos aspirantes a dirigir este organismo político, coincidieron además -en eventos públicos por separado- en que el padrón del partido que se utilizará para el proceso interno es "de simulación" y se ha dejado a miles de morenistas excluidos.
Así, en medio de denuncias verbales por la presunta manipulación y rasuramiento del padrón de militantes, desvío de recursos, coacción de voto e intervención de funcionarios en la contienda interna, Polenvsky demandó suspender el proceso y realizarlo en 2020.
Por separado, en la misma ruta, pero más mesurado y sin hablar de irregularidades, Delgado demandó a la dirigencia de su partido, "ante la fragilidad evidente de las asambleas que arrancan este fin de semana", que convoque con urgencia a un acuerdo político para pactar los términos de las tres encuestas para elegir a la dirigencia.
"Es urgente un acuerdo político que defina los términos de las encuestas", suspender los congresos distritales o decidir que no será en Congreso Nacional, sino en encuestas como se elegirá a la nueva dirigencia, planteó Delgado.
El proceso consiste en que entre el 12 y 27 de octubre se realizarán 300 congresos distritales en los que serán electos 3 mil delegados al III Congreso Nacional, a efectuarse los días 23 y 24 de noviembre, y donde se elegirá nuevo presidente, secretario general y Comité Ejecutivo Nacional (CEN).
En conferencia de prensa, Polevnsky aseveró que "sería absolutamente irresponsable" insistir en la elección interna como fue convocada, pues sigue sin haber certeza en el padrón de militantes, debido a que oscila entre 300 mil reconocidos ante el INE y 2.6 millones de afiliados.
"El partido está en riesgo, el objetivo número uno es salvarlo y no permitir que gente con otras intenciones entre al partido" o que éste "caiga en sus garras", alertó.
