Es difícil iniciar una columna con una carga tan alta de emociones, el partido de leyendas nos trajo un cúmulo de recuerdos, emociones y alegrías, el reencuentro con viejos amigos y grandes compañeros nos movió emociones de vivencias únicas e irrepetibles desde los días previos en lo que fue una semana de convivencia, la llamada o el mensaje de ya llegó Joahan, mañana llega en largo viaje desde su natal Paraguay Denis, Hachita esta puesto, Pony y Lorito llegan el jueves y Maty llega el viernes, el mismo día se nos sumaba el Capi Joaquín Beltrán como invitado especial, la buena noticia de que Jared sí va a poder, la angustia por lo que no llegaban, Lalo por fin sábado en la noche y Carlos Cariño e Iguala Carreón, haciendo gran esfuerzo después de su partido como entrenadores de fuerzas básicas de los Pumas salir “volando” hacia el aeropuerto para llegar apenas y ponerse los zapatos, el pesar de Pity ahora técnico en Celaya por no poder venir, los compadres Pedro Muñoz y Rifle Vizcarra que vinieron desde Monclova y Durango, el ambiente y camaradería de los “novatos” Osmar Mares y Mona Olvera, la solidaridad de Wagner, Jorge Campos, “Chano” Lira, Tomás Adriano, Manuel Corona, Mario López, el acompañamiento de Memo “Choque” Galindo y mi querido viejo Don Ricardo y el reconocimiento para coordinar el partido para Gabriel Palmeros dueño de un gran corazón y que hizo además de gran anfitrión, en la tribuna personas muy queridas como el Lic. Gustavo de Villa y Carlos ¨Banana” Ortiz, el objetivo quedo lejos de la meta de ayudar a niños del Hospital Universitario en su tratamiento para la leucemia, pero el gran corazón de estos queridos guerreros quedó de manifiesto.
El día de ayer en su cuenta personal Denis Caniza escribió a su partida a Paraguay “México lindo y querido si muero lejos de ti, que digan que estoy dormido y que me traigan aquí” además agradeció la hospitalidad de Gabriel y el cariño de sus compañeros.
El partido dirigido por Carlitos Padilla “Chente Pitazos” estuvo lleno de emociones y con una alta carga de nostalgia, el marcador fue lo de menos, hubo goles y jugadas de gran factura que emocionaron a los asistentes que despidieron a sus leyendas con una gran ovación y más de uno se quebró al escuchar los cánticos del viejo Estadio Corona.
En lo personal aprovecho este espacio para invitar a la comunidad de la Comarca a participar en actividades de este tipo que son en ayuda e hermanos con necesidad y también aprovecho para agradecer a mis eternos muchachos por su cariño y amistad, repito mi admiración, respeto y cariño para Gabriel Palmeros por tan noble causa y el reconocimiento a Daniel Acevedo por su colaboración. ¡Gracias de todo corazón y hasta la próxima!
Jorge Galván Zermeño
