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Casa Ko'tan en Torreón, la casa del corazón

Yo río libre

JULIO CÉSAR RAMÍREZ

Nació en 2014, en pleno centro de Torreón. Es Casa Ko'tan. Su nombre significa, en lengua Tseltal, la casa del corazón. Promueve la salud integral y la organización de la comunidad. Acaba de cumplir, recién el 25 de septiembre, cinco añitos de vida. Dice en una de sus paredes, dentro de una alegoría mural: Construyendo juntas y juntos un buen vivir. Se presenta así en sus redes sociales: Es un espacio de encuentro entre organizaciones de la sociedad civil.

Pero su historia viene de muy lejos en el tiempo. Cuando ellas la cuentan, suelen decir: Érase una vez... en un lugar del semidesierto del norte de México, allá por el año 1986, los corazones incendiados de miembros de las Comunidades Eclesiales de Base y de otros que intentábamos trabajar por mejorar nuestro mundo, dando rienda suelta a nuestro espíritu de servicio y a nuestra recién formada conciencia, nos organizamos en la Cooperativa Campo-Ciudad para financiar a campesinos tomando su frijol como moneda en trueque. Este camino de Economía Solidaria todavía subsiste, a pesar de que sólo les dan media hectárea para regar. Vendíamos por medio de bonos en iglesias, casa por casa y a las Comunidades Eclesiales de Base de México.

Así formamos -dicen- Proyectos Populares Alternativos, asociación civil. Y las preguntas sobrevienen.

-¿Quiénes somos? Responden: una organización con valores, convicciones y saberes, que promueve y defiende el derecho a la salud integral y a la organización de la comunidad.

-¿Qué queremos? Contribuir a la construcción de una sociedad que incluya a todas y a todos, equitativa, con respeto a la Naturaleza y a nuestras raíces, que garantice la salud.

-¿Con quién trabajamos? Con grupos organizados, con promotores de salud conscientes y que den servicio en sus comunidades, con instituciones que se interesan en la salud y el desarrollo comunitario, y con universidades.

Entre múltiples líneas de acción figuran la formación, cursos a promotoras de salud alternativa, promoción a la comunidad, así como la elaboración y venta de productos naturales y materiales para la divulgación.

Promueven el uso del temascal, que es un baño de vapor indígena; ofrecen comida nutritiva, sabrosa a precios accesibles, facilitando cambios en los hábitos alimenticios; abren paso a las acciones afirmativas de la solidaridad de género y cuidados ecológicos.

No ha sido fácil. Promover la agricultura orgánica en el largo periodo neoliberal en La Laguna se ubica en los límites de la resistencia al capitalismo voraz. En inumerables ciclos agrícolas ha implementado, a contracorriente, sistemas de préstamos, uso de compostas y cursos de capacitación.

En la participación civil se les suele ver en encuentros, foros, caravanas por la paz, peregrinaciones, ferias ecológicas y de la planta, y observación electoral, dentro y fuera de la comarca.

También ha sido cercana y discreta su colaboración con centros de derechos humanos, migrantes, pueblos indígenas, grupos ciudadanos, de monjas y campesinos.

Casa Ko'tan abrió sus puertas en Torreón el 25 de septiembre de 2014, veinticuatro horas antes de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en la noche de Iguala, tema que de ninguna manera le es ajeno, causa de la cual es solidaria, como tampoco le son ajenos muchos más, regionales o no, como el de la problemática del agua y la crisis climática, siempre vistos con perspectiva comunitaria y de género.

Analizan y discuten las enfermedades de la mujer, con perspectiva de género; aprenden a checar la presión, el ajuste de codos y rodillas, la aplicación de terapias tradicionales. Y en ocasiones han contabilizado 10 mil 500 personas atendidas por año.

Recogió su nombre, Ko'tan, la casa del corazón, de la lengua Tseltal, una de las culturas mayas principales, emparentada con la Tsotsil y destacada junto a las Ch'ol y Tojolab'al.

En sus instalaciones de Leona Vicario 460 y 478 sur, es común verlas trabajando entre aromas de tés, champús, pomadas, tónicos, miel, microdosis, en ambientes de botiquines, camas de masajes, sustancias florales, libros y revistas.

Algunos fines de semana se les puede ver en los campos y llanos de La Laguna, cuenca de los ríos Nazas y Aguanaval, recogiendo cocuyos, orégano, gobernadora, plantas, flores y nopal. Es un "laboratorio de medicina del desierto".

Para ellas, la perspectiva a futuro es tan complicada como sencilla: El desierto sigue dando frutos, dicen. -...Y sigue la yunta andando.

@kardenche

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