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México quiere vidas y no abortos

Actitudes

JOSÉ SANTIAGO HEALY

Resulta paradójico que en México resurjan los intentos de legalizar el aborto cuando en otros países, especialmente Estados Unidos, la tendencia va en sentido contrario.

En el vecino país los abortos cayeron prácticamente a la mitad en el año 2017 con 862,320 casos contra un millón y 600 mil practicados en 1990, la cifra mayor registrada desde el año 1973.

Fue en ese año cuando se despenalizó el aborto inducido en aquella controversial decisión del caso Roe vs. Wade por parte de la Suprema Corte de Justicia.

Sin embargo, luego de años de crecimiento constante, la tendencia de abortos se revirtió por distintas razones: desde una mayor conciencia de las mujeres sobre el inicio de la vida del bebé hasta la creación de métodos anticonceptivos más eficaces aunque no por ello menos dañinos.

Entre los años 2014 al 2017 el número de abortos cayó en un siete por ciento al tiempo que se incrementaban de manera importante las propuestas y resoluciones legales para restringir su práctica.

Del 2011 al 2017 se promulgaron en 32 estados de la Unión Americana 394 nuevas regulaciones en contra del aborto.

Solo en este 2019 se han aprobado 58 restricciones en 19 estados, entre ellos la más contundente ocurrió en Alabama, donde el congreso estatal vetó terminantemente la práctica del aborto, salvo en casos de que la vida de la mujer embarazada corra peligro.

Algunas resoluciones como la de Alabama no han podido entrar en vigor debido a las apelaciones que grupos abortistas han presentado ante los jueces federales.

El giro en el tema del aborto ha sido tan radical que grupos a favor de la vida no descartan que en los próximos años la Suprema Corte de Justicia revierta la ley de 1973 y reinstale su prohibición.

Son muchas las razones, la más importante es que la ciencia médica establece que la vida de un nuevo ser humano inicia desde la fecundación y es a partir de la sexta semana cuando el corazón del bebé, entre otros órganos, funciona perfectamente.

Otra razón es que por primera vez en varias décadas, el máximo órgano de justicia norteamericano no está dominado por liberales, hoy en día la mayoría de magistrados están a favor de la vida.

Sin embargo, un fallo para penalizar el aborto tendría que ser aprobado por dos terceras partes de los estados norteamericanos, lo que quizás no pueda concretarse en estos momentos.

Mientras, en México, los intentos a favor de legalizar el aborto resurgieron con la llegada de Morena al poder, cuya agenda liberal y en algunos casos de corte socialista es de sobra conocida.

La semana pasada se aprobó en Oaxaca la práctica del aborto hasta las 12 semanas de gestación, lo que representa un duro golpe para las tradiciones de una entidad mayoritariamente indígena.

La moción fue aprobada en el congreso estatal por una votación dividida de 24 a favor contra 12 en contra, pero francamente no creemos que la comunidad oaxaqueña avale esta terrible decisión.

No entendemos cómo una acción tan descabellada se concrete por simple minoría cuando bastaría un voto en contra para impedir su aprobación.

Los simpatizantes insisten en que se trata de resolver un problema de salud porque muchas mujeres mueren o sufren consecuencias al abortar de manera clandestina.

Ante ello sugerimos entonces eliminar a todos los delincuentes, enfermos crónicos, drogadictos e indigentes por ser una amenaza para la salud pública.

Una mujer y un hombre al tener relaciones sexuales y concebir un bebé ya tomaron una decisión y por ende su responsabilidad es enfrentar las consecuencias.

El presidente López Obrador, quien ha profesado en muchas ocasiones su respeto a la vida y a la legalidad, tiene ahora la obligación de poner un alto a estos desenfrenados intentos por violentar el derecho de vivir de miles de futuros mexicanos.

Esperemos que AMLO y sus huestes se den cuenta de que tener mayoría en los congresos no les da derecho a pasar sobre la cultura y los valores de nuestras familias.

ALGUNAS NOTICIAS...

El martes pasado Baja California amaneció con cinco nuevos alcaldes, todos del partido Morena, quienes gobernarán durante dos años con derecho a reelección. En tanto, el primero de noviembre Jaime Bonilla asumirá la gubernatura sin que todavía esté claro si será por dos o cinco años. ¿Funcionará la era morenista luego de treinta años de dominio panista en Baja California?...

Totalmente de acuerdo con la propuesta del diputado Mario Delgado de crear la paraestatal Cannsalud para comercializar y distribuir la mariguana y sus derivados. La burocracia y la corrupción oficial harán que el negocio de la cannabis se extinga y con ello se terminará un problema de adicción en México. ¡Adelante, diputado Delgado!

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