El gobierno de Australia nunca hará algo que perjudique nuestro interés nacional, señaló de manera rotunda. (ARCHIVO)
El primer ministro australiano Scott Morrison minimizó la solicitud de apoyo a la investigación de la trama rusa hecha por el presidente estadounidense Donald Trump, en la segunda llamada telefónica del jefe de la Casa Blanca a líderes foráneos que genera polémica.
Este caso afecta las relaciones estadounidenses con Australia, uno de sus más cercanos aliados a nivel mundial, y sigue a la controversial solicitud de apoyo a Ucrania para investigar presuntas irregularidades del exvicepresidente Joe Biden y hijo Hunter.
El segundo en la Casa Blanca durante la gestión del presidente Barack Obama, antecesor de Trump, encabeza las encuestas de preferencia electoral para los comicios de noviembre de 2020, cuando Trump busca su reelección.
Morrison dijo a la australiana Sky News que su conversación telefónica con Trump del cinco de septiembre, no recibió presiones y solo le fue solicitado "un contacto" entre los funcionarios australianos para los fiscales estadounidenses.
"Fue una conversación tranquila, de rutina" y breve, afirmó.
Puntualizó que los funcionarios australianos se comunicarán con los investigadores estadounidenses y harán lo que consideren apropiado, pero acotó que proporcionar comunicaciones diplomáticas "sería algo inusual".
El Gobierno de Australia nunca hará algo que perjudique nuestro interés nacional, señaló de manera rotunda.
El exdirector del Buró Federal de Investigaciones (FBI) Robert Mueller fue nombrado en mayo de 2017 para encabezar la investigación independiente sobre si Rusia apoyó la campaña electoral del ahora mandatario a través de debilitar la de su contrincante demócrata Hillary Clinton.
En abril pasado el reporte final de 448 páginas presentado por Mueller indicó que hubo múltiples contactos entre la campaña de Trump y funcionarios rusos, sin hallar evidencia suficiente para determinar que hubo una conspiración criminal contra la aspirante presidencial demócrata.
