La capital de Haití amaneció este viernes paralizada por una nueva jornada de protestas convocadas por la oposición para presionar la renuncia del presidente Jovenel Moise. (ARCHIVO)
La capital de Haití amaneció este viernes paralizada por una nueva jornada de protestas convocadas por la oposición para presionar la renuncia del presidente Jovenel Moise, a quien acusan de corrupción e incapaz de resolver los problemas nacionales.
A pesar de que el mandatario pidió “una tregua a la población”, los manifestantes continuaron sus protestas en Puerto Príncipe, colocando barricadas en las calles y bloqueando carreteras pese a la fuerte presencia policial, y advirtieron que “no habrá paz hasta que renuncie”.
Este viernes, Puerto Príncipe amaneció con las escuelas cerradas, sin transporte, actividad comercial ni servicios administrativos, debido a las acciones de la oposición en la nación más pobre de América Latina y el Caribe.
En algunas zonas más populares de Puerto Príncipe se reportan quema de pequeños negocios, así como el cierre de los accesos norte y sur de la ciudad, usualmente controlados por bandas armadas.
Los haitianos reclaman la dimisión del mandatario ya que ha aumentado la pobreza y el desempleo y ha disminuido el poder adquisitivo, además de que carecen de servicios básicos como la educación y la salud.
En lo que va de este año, las protestas no han cesado, mientras que Moise insiste en entablar un diálogo con los diversos sectores, que permita abordar la actual situación y proponer estrategias, según el diario Haití Libre.
En su reciente discurso a la nación, el presidente haitiano aseguró que no huirá de sus responsabilidades, pero acusó a instituciones como el Parlamento de su incapacidad de dotar al país de un gobierno legítimo que haga frente a los problemas políticos y sociales.
