La declaración de Salih se produce en momentos de tensión entre Estados Unidos e Irán. (ARCHIVO)
Irak "no servirá de plataforma de agresión" contra ninguno de sus países vecinos, entre ellos Irán, aseguró este miércoles en Naciones Unidas el presidente del país Barhan Salih.
"No queremos que nuestro país forme parte de ningún conflicto ni sea campo de batalla para dirimir cuestiones internacionales", dijo el mandatario iraquí, quien agregó ante la Asamblea General que Bagdad quiere "buenas relaciones con Irán, con quien tenemos vínculos culturales y religiosos".
La declaración de Salih se produce en momentos de tensión entre Estados Unidos e Irán, agudizada tras los ataques este mes a dos refinerías de Arabia Saudí de los que Washington responsabiliza a Irán, que niega tener ninguna responsabilidad en esos atentados.
"El Irak de hoy no es el mismo que el del régimen anterior en el trato con sus vecinos", insistió, y consideró que su país, una vez estabilizado y en vías de reconstrucción, puede ser un "puente de comprensión" que ayude "a establecer la paz entre los países".
Salih pidió asimismo a la comunidad internacional que ofrezca asistencia para contener la escalada de violencia en el golfo Pérsico "que tendría consecuencias desastrosas para la seguridad mundial".
"La situación regional amenaza con causar consecuencias desastrosas. No necesitamos una nueva guerra en la región, sobre todo porque la guerra contra el terrorismo aún no ha llegado a su fin", subrayó.
Ante la Asamblea General de la ONU, el gobernante iraquí reclamó a la comunidad internacional que no se distraiga de la importancia de confrontar el terrorismo porque "aún hay facciones tratando de reagruparse" pese a las sucesivas victorias logradas contra el grupo Estado Islámico.