Rigoberta Menchú, defensora de los pueblos indígenas, definió algunas líneas clave para atender a la migración. (ARCHIVO)
Las políticas migratorias deben dejar de tener un enfoque de seguridad pública y tienen que ser modificadas para proteger los derechos humanos de las personas en movimiento, señalaron algunos Premios Nobel de la Paz.
En el marco de la Cumbre Mundial de los Premios Nobel de la Paz, que se lleva a cabo en Mérida, Yucatán, los activistas y defensores de derechos humanos criticaron que se han diseñado estrategias como levantar muros o desplegar cuerpos de seguridad en las fronteras para frenar el flujo migratorio.
Joyce Ajlouny, secretaria general del American Friends Service Committee, expresó que "necesitamos políticas migratorias más humanas, tenemos que invertir en la paz porque estamos atendiendo la migración con muros y guardias armados".
Añadió que las personas salen de sus países por la avaricia, la corrupción, la violencia social y económica. "Todo ello crea una realidad insoportable, y cuando la integridad de las personas está en riesgo tienen derecho a migrar porque es un derecho que está plasmado en acuerdos nacionales e internacionales, debemos abrirles la puerta para que ellos busquen una mejor vida".
En la conferencia "Demografía Global, Personas en Movimiento", celebrada en el Centro Internacional de Congresos de Yucatán, también participó Rigoberta Menchú, defensora de los pueblos indígenas, quien definió algunas líneas clave para atender a la migración:
"Primero es la educación, todas las instituciones educativas deben valorar su compromiso, debe haber una revolución educativa para que se deje de estigmatizar a los seres humanos. Yo creo que es aberrante pensar que hay humanos legales y otros ilegales, ¿quién tiene la osadía para señalar a quienes son legales o ilegales?".
Agregó que los migrantes deben dejar de ser estigmatizados porque "todos somos migrantes" y somos ciudadanos del mundo.
Mientras que Wided Bouchamaoui, activista tunecina, aseveró que la migración es un tema global y en el 2018 provocó la muerte de 200 mil personas que intentaron cruzar el Mar Mediterráneo para llegar a Europa.
"Debemos trabajar en combatir la pobreza, también respetar y evitar los estereotipos ya que hay diferencias culturales, religiosas y de color de piel entre todos, pero nosotros representamos la humanidad y todos somos ciudadanos en todas partes", concluyó.
