Cultura

Repatriados en Torreón: enigma en obra de Diego Rivera

Retrata a los repatriados que arribaron a la ciudad en 1931

Cruce de caminos. Miles de repatriados pasaron por Torreón en la década de los treinta, algunos optaron por quedarse en la ciudad y buscaron oportunidades de trabajo. (CORTESÍA)

Cruce de caminos. Miles de repatriados pasaron por Torreón en la década de los treinta, algunos optaron por quedarse en la ciudad y buscaron oportunidades de trabajo. (CORTESÍA)

SAÚL RODRÍGUEZ Y ANA SOFÍA MENDOZA

El fenómeno migratorio en Torreón no es exclusivo de la época actual. Desde el establecimiento de los primeros pobladores, ha sido un punto de reunión de personas e ideas. A 112 años de su fundación, suele olvidarse que esta urbe fue levantada por migrantes de distintas nacionalidades, gente que por una u otra razón se quedó a residir a orillas del río Nazas.

Uno de los acontecimientos importantes en el rubro migratorio fue el suceso de las repatriaciones en la década de los treinta. La crisis económica que azotó a Estados Unidos en 1929 fue el pretexto para que el gobierno de Herbert Hoover comenzara a realizar redadas en ese país, incluso en lugares públicos, con el fin de deportar a trabajadores mexicanos.

Según el historiador Ilhuicamina Rico Maciel, entre 1929 y 1933, medio millón de connacionales fueron repatriados a México, pues el trabajo en la vecina nación del norte empezó a escasear.

"Los mandaban hasta la frontera, hasta Ciudad Juárez. Y de ahí empezaba el gran problema, porque no tenían medios económicos para irse a sus lugares de origen. El gobierno mexicano empezó a apoyarlos con pases del ferrocarril.", indicó Rico Maciel.

En su camino hacia el sur, los repatriados solían pasar por Torreón, ciudad en pleno crecimiento que ya significaba un cruce importante para las rutas de comercio y de comunicación, pues también era un punto de transbordo para el transporte ferroviario.

"De aquí algunos se iban a transbordar a Durango, otros a Monterrey y algunos se quedaban, pues como estaba la situación económica no tenía mucho caso regresarse a su lugar de origen, porque ahí tampoco había trabajo".

También hubo familias que decidieron regresar de Estados Unidos voluntariamente en automóvil. El problema para ellos fue que, en ese entonces, aún no estaba construido el Puente Plateado que cruza el río Nazas (el cual fue inaugurado hasta noviembre de 1931).

"Pasaba el río, a veces duraba meses y no podían cruzar. Eso también los obligó a quedarse aquí y creó situaciones bastantes tristes, porque a veces pasaban días sin comer. Autoridades y personas de la iniciativa privada juntaban alimentos para repartir, pero la verdad eran insuficientes porque ya sumaban miles. Cada día pasaba un tren con cientos de personas y aquí se quedaban como 20, al otro día eran 40, a la semana eran como 200, al mes más de mil. Se fue haciendo un gran problema y la sociedad los apoyó".

La información periodística de la época retrata un paisaje empolvado de tristeza, pues varios de los compatriotas arribaron a esta ciudad en condiciones precarias. A eso hay que añadir la desesperanza de un sueño truncado y el cansancio de un largo viaje a través del desierto.

OBRA DE DIEGO RIVERA

El pasado 30 de julio, Ilhuicamina Rico Maciel presentó en las instalaciones del Archivo Municipal su libro Efemérides de la historia de Torreón (2019), en el que hace una extensa lista de las fechas más importantes que han marcado a los 112 años de esta ciudad.

En su investigación, Rico Maciel se percató de que el pintor Diego Rivera había realizado una obra referente al fenómeno de los deportados en la Comarca Lagunera y la tituló Repatriados en Torreón (1931).

La información consultada por el historiador pertenece a la galería Mary-Anne Martin Fine Art, fundada en 1982 y establecida en la ciudad de Nueva York.

Esta galería se especializa en arte latinoamericano. Su presidenta, Mary-Anne Martin, es una de las principales distribuidoras de este tipo de obras en Estados Unidos. Como galerista independiente ha comprado y vendido creaciones de los maestros más reconocidos de la pintura latinoamericana, como Rufino Tamayo, Wilfredo Lam, Roberto Matta y, por supuesto, Diego Rivera.

En entrevista telefónica para El Siglo de Torreón, Mary-Anne Martin declaró que la obra Repatriados en Torreón estuvo en su galería como parte de una exposición titulada Diego Rivera: drawings and watercolors (Diego Rivera: dibujos y acuarelas), realizada del 13 de octubre al 13 de noviembre de 1999, hace casi dos décadas.

Después, la acuarela fue vendida ese mismo año a una galería de Santa Fe, Nuevo México, y hasta el momento se desconoce su ubicación .

Repatriados en Torreón es una obra de acuarela y tinta sobre papel, con medidas de 31.1 por 48 centímetros y está fechada en el año de 1931.

Según Mary-Anne Martin, Diego Rivera realizaba murales en Estados Unidos en 1931, regresó por una temporada a México y viajó a Nueva York a finales de año.

"Históricamente es muy interesante porque esta es gente que estuvo trabajando aquí en los Estados Unidos y de pronto tuvimos la Gran Depresión. Teníamos al presidente Herbert Hoover, él ordenó la deportación de estos trabajadores. Regresaron a México y Rivera fue muy empático con la causa de estas personas, incluso donó dinero para ayudarlos. (En esos años) Rivera estaba pintando murales aquí en los Estados Unidos, supo de esto, le preocupó mucho y les hizo donaciones", explicó Martin.

La acuarela Repatriados en Torreón representa a los trabajadores mexicanos después de ser deportados los primeros años de la Gran Depresión. Las repatriaciones no perdonaban ni a los niños, hijos de trabajadores connacionales.

"Los deportados incluían niños nacidos de trabajadores mexicanos que residían en Estados Unidos. Están vestidos con sus ropas americanas y lucen fuera de lugar en sus tierras mexicanas porque todavía cargan con sus maletines de trabajo. Se ven extraños por el tiempo que estuvieron viviendo en Estados Unidos. (Diego Rivera) es muy acertado y muy observador, la imagen es muy conmovedora porque a él realmente le importaba".

Según Ilhuicamina Rico Maciel, Diego Rivera solía visitar Torreón y conocía muy bien la ciudad. Incluso existe un registro de que en noviembre 23 de 1936, el pintor arribó a La Laguna para hablar con el presidente Lázaro Cárdenas y pedir asilo para León Trotski.

Por último, Mary-Anne Martin compartió que James Oles, reconocido investigador y curador de arte, autor del libro Arte y arquitectura en México, también ha tratado de localizar la acuarela de Rivera para incluirla en la muestra La América de Diego Rivera, que realizará en 2020 en el Museo de Arte Moderno de San Francisco (SFMOMA), en California.

Repatriados en Torreón

Obra de Diego Rivera

* Técnica: Acuarela y tinta sobre papel.

* Medidas: 31.1 por 48 centímetros.

* Fecha: 1931.

* Se desconoce su ubicación actual.

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Escrito en: historia de Torreón Diego Rivera

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