Trabajo. La denuncia de violencia cotidiana de un pueblo indígena en la película Sanctorum, del director mexicano Joshua Gil. (ARCHIVO)
La denuncia de violencia cotidiana de un pueblo indígena en la película Sanctorum, del director mexicano Joshua Gil, cerró la 34 edición de la 34 Semana Internacional de la Crítica en Venecia.
El largometraje, el primero de origen mexicano que cierra esta sección, relata en mixe el llamado de un niño lanzado hacia los dioses de la naturaleza para que regrese su madre desaparecida.
De acuerdo con la sinopsis, en México, un pequeño pueblo es acosado por la guerra entre el Ejército y el narcotráfico. El niño se lanza al bosque a suplicar por su madre, mientras el pueblo se prepara para librar la batalla final entre el miedo o la libertad, contra un Ejército que se acerca.
"Con Sanctorum intento llevar a un plano visual un tema que llena el aire de México de desesperanza: la desaparición de personas. Apoyándome sobre una realidad social busco arriesgarme con una película que se mueva con libertad entre un documental y una ficción fantástica", señaló el realizador.
Con el filme, Joshua Gil hace un resumen emocional de lo que experimentan las personas sometidas todos los días a la violencia, y que también han sufrido la pérdida de un ser amado.
"Mediante una ficción onírica enmarcada por las creencias más profundas, donde cualquier elemento natural se torna en un poderoso elemento narrativo, busco retratar cómo la pureza de un niño y la de un santuario natural son violentadas", abundó.
Seguido de su estreno mundial en La Biennale de Venecia, Sanctorum inicia su recorrido en festivales con su participación en el Festival Internacional de Cine de Morelia, que se llevará a cabo del 18 al 27 de octubre.
