DICHOS DE SOR JUANA
QUIEN LLEGA NECIO A PISAR
DE LA VEJEZ LOS CONFINES
VERGÜENZA PEINA Y NO CANAS;
NO AÑOS, AFRENTAS REPITE.
La sentencia de cuatro versos de Sor Juana que enciende este comentario viene a recordar que es prudente pensar que al llegar a la ancianidad no se tiene el derecho de ser tonto, pues los años deberían haber acrisolado un cúmulo de experiencias. Si en la senectud se vive siendo tonto, de nada valieron los abundantes años ni valen las canas como símbolo de los hechos vividos.
Por tanto, quien llega a la vejez siendo un necio, que es decir un tonto, vivirá como si se estuvieran reciclando en él las ofensas que haya sufrido en el pasado.
Si se ponen en prosa los versos escritos por la Décima Musa, podrían quedar de la siguiente manera: Quien llega a pisar los confines de la vejez [siendo] necio, peina vergüenza y no canas ni años; repite afrentas. Como se ve, en verso o en prosa la sentencia de Sor Juana es valiosa porque advierte que se debe vivir mirando a altos fines, con el propósito de forjar grandes acciones, adherido a nobles ideales y, en fin, para usar una expresión de los optimistas y sus entrenadores: persiguiendo sueños; prefigurándolos y luego empeñarse en la vida cotidiana por materializarlos.
Quizá resulte difícil la lectura de versos con tal articulación de las palabras. No es costumbre usar un pensamiento zigzagueante y Sor Juana escribe con sintaxis amanerada, gongorina.
Hay quienes juegan al yoyo nada más subiéndolo y bajándolo pero hay quienes muestran la habilidad de hacer asombrosos malabares con el juguete. Así que Sor Juana dice: "Quien llega necio a pisar / de la vejez los confines / vergüenza peina y no canas; / no años, afrentas repite".
