Hace dos años, la solidaridad de Toledo se manifestó en la comida, pues impulsó la instalación de 45 cocinas comunitarias para apoyar a las familias damnificadas por el sismo. (EL UNIVERSAL)
A dos años del terremoto que el 7 de septiembre de 2017 devastó al Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca, autoridades municipales de la ciudad de Juchitán recordaron la ayuda que el pintor Francisco Toledo brindó a los damnificados del sismo.
En la ceremonia cívica para recordar a las 36 víctimas que murieron esa noche en Juchitán, luego de izar la bandera a media asta y guardar un minuto de silencio en señal de duelo, el edil Emilio Montero destacó la amplia solidaridad nacional e internacional con las familias afectadas, quienes recibieron agua, víveres, medicinas y médicos.
Entre esos apoyos, rememoró el edil, "estuvo la generosa mano del paisano Francisco Toledo", el artista plástico que falleció el pasado cinco de septiembre.
Hace dos años, la solidaridad de Toledo se manifestó en la comida. Ta Min, como se le conocía en esta comunidad zapoteca, impulsó la instalación de 45 cocinas comunitarias para apoyar a las familias damnificadas por el sismo.
Durante la emergencia, las 45 cocinas comunitarias que instaló el artista oaxaqueño ayudaron a más de 5 mil damnificados: a diario llegaban alrededor de 100 personas a desayunar, comer y cenar, en los distintos barrios de Juchitán.
A esto, se suma que con su apoyo, todos los días en las calles bajo lonas y entre escombros, se repartían 4 mil panes y 400 kilos de tortilla.
Con su ayuda, mostró el amor que tenía por Oaxaca y su gente.
"Bueno, pues es el lugar donde nació mi familia, yo estoy ligado profundamente a la cultura juchiteca por la lengua, las costumbres, la comida, por los lazos familiares, pero no solo Juchitán también Ixtaltepec porque mi madre es de Ixtaltepec; y luego en Ixtepec fueron ellos a vivir, entonces también tuvimos relación en Ixtepec, hay relación afectiva con todos estos pueblos", platicaba hace dos años.
Hoy, los beneficiados por la generosidad del "juchiteco predilecto" guardan un luto doble: por el benefactor que se ha ido y por la ciudad que apenas se levanta.
