Precursor del muralismo en México, el pintor duranguense Fermín Revueltas falleció un día como hoy, pero de 1935.
El pintor y grabador Fermín Revueltas Sánchez nació el 7 de julio de 1903 en Santiago Papasquiaro, Durango, y es considerado uno de los principales precursores del movimiento muralístico mexicano.
Revueltas comenzó a pintar a muy temprana edad e inició sus estudios de pintura en Chicago, Estados Unidos, a donde fue enviado debido a que su padre no deseaba que él o su hermano, Silvestre, se internaran en la lucha revolucionaria en México.
A su regreso a México, en 1920, ambos hermanos llegaron arropados con los conocimientos de las nuevas manifestaciones artísticas europeas y estadounidenses, al igual que estaban llenos de inquietudes revolucionarias y sociales, según una biografía de Fermín del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
De esta manera, Fermín participó en el programa de las Escuelas de Pintura al Aire Libre y apoyó al poeta Manuel Maples Arce en la consolidación y desarrollo del “estridentismo”, movimiento mexicano que combinó ideas futuristas, dadaístas y constructivistas.
De esa época, sus paisajes más destacados fueron La indianilla y Puerto, en donde el artista muestra su confianza en el futuro y contrasta la vida del campo con la de las ciudades, en pleno desarrollo tecnológico.
Asimismo, el pintor fue encomendado por el político y pensador José Vasconcelos (1882-1959), junto a cinco artistas más, para pintar los muros de la Escuela Nacional Preparatoria, ahora Museo de San Ildefonso. Fue ahí donde realizó su primer mural, llamado La virgen de Guadalupe.
En 1934 concluyó el mural Alegoría de la producción, elaborado bajo el encargo del Banco Nacional Hipotecario y de Obras Públicas, y que desde 2000 se encuentra en el Centro de las Artes Pinacoteca, en Monterrey, Nuevo León.
Fermín Revueltas también se integró al denominado grupo 30-30, que a partir de 1928 se opuso al arte academicista, y de igual forma se dedicó a ilustrar periódicos, revistas y panfletos, en los que el artista duranguense expresó una enorme fuerza conceptual.
Durante su corta vida, participó en los proyectos más importantes de México en la época, y su legado gráfico dejó una vasta obra que abarca murales, vitrales, pintura de caballete e ilustraciones de revistas.
El pintor y grabador Fermín Revueltas murió en la Ciudad de México el 7 de septiembre de 1935, cuando desarrollaba todo su potencial creador.
