En México falta infraestructura para los autos eléctricos. (ARCHIVO)
En esta era de transición entre la movilidad basada en combustible fósil y la puramente eléctrica estarán conviviendo las distintas configuraciones de híbridos. Y las tendencias parecen indicar que éstos estarán entre nosotros una cantidad considerable de décadas antes de que el motor de combustión interna quede asentado como una anécdota.
Si eventualmente se llegará a desarrollar la tecnología que permita destilar algún hidrocarburo de la humedad y dióxido de carbono en la atmósfera está por verse o, bien, si sucediera que las células de combustible basadas en hidrógeno dejarán de ser estratosféricamente caras.
Estas alternativas son ciencia ficción, mientras que actualmente fabricantes como Tesla, Chevrolet, Jaguar, BMW, la mexicana Zacua, así como los aliados Nissan y Renault tienen ya a la venta opciones totalmente eléctricas, que no dependen de la energía proveniente de un líquido almacenado en un tanque.
Y es que, a final de cuentas, el tanque de combustible o la batería eléctrica tienen el mismo entregable: electrones de energía, ya sea que se desprenden de una reacción química causando una explosión que mueve un émbolo o, bien, acumulados en una batería.
El problema asociado al suministro de energía vía una batería al día de hoy se halla en el tiempo de recarga y la disponibilidad de estaciones para este fin. Hasta que no se termine de igualar una y otra opción, que se ajuste el costo de las baterías a una economía de escala más amplia, así como se acabe de extender el conocimiento generalizado de las ventajas del cambio, las opciones híbridas serán la alternativa de entrada a la propulsión apoyada en energía eléctrica al menos parcialmente.
Es un juego del huevo y la gallina que va avanzando cada día con apertura de nuevas unidades de recarga pero no ha terminado de resolverse. Para muestra, basta el mapa de estaciones de carga Supercharger de Tesla, con su nube de opciones en el territorio de los Estados Unidos pero una constelación aún en desarrollo para México. Odiseas de aventura aparte, para más del 90% de los traslados basta una carga nocturna para llevar y traer al trabajador de casa a oficina por varias jornadas.
Para entender cómo se componen los mecanismos híbridos y qué puedes esperar en el desempeño de cada uno de ellos, desarrollamos este gráfico en el que explicamos sus diferencias sustanciales.
