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Alternancia en Gómez Palacio

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LUIS F. SALAZAR WOOLFOLK

La llegada de la Señora Marina Vitela Rodríguez a la Presidencia Municipal de Gómez Palacio, pone a prueba a nivel regional el modelo de gobierno de López Obrador y su partido Morena, y abre una oportunidad a la sociedad gomezpalatina, para hacer las cosas en el orden político de manera distinta de cara al futuro.

Pese a las pretensiones de cambio que ofrece López Obrador, lo cierto es que los recursos humanos con los que cuenta el Gobierno Municipal que recién inicia, son los mismos que hemos visto en juego en la hermana ciudad de tiempo atrás, empezando con la nueva Alcaldesa, cuya trayectoria política está basada en una larga militancia en el Partido Revolucionario Institucional, bajo cuyos auspicios fue electa en tres ocasiones a distintos puestos legislativos, tanto al Congreso de Durango, como a la Cámara de Diputados al Congreso de la Unión.

Sin embargo el perfil de Doña Marina es distinto al que ofrecen sus antecesores en el cargo. Se trata de una mujer impulsada por la cultura del esfuerzo, que a partir de una sensibilidad cultivada en el ejercicio de su profesión como enfermera y en virtud de su participación en la vida del sindicato gremial al que pertenece, se lanza a la acción política para convertirse en un cuadro fundamental del PRI en el Estado de Durango.

A partir de su ingreso en la política, cuando fue electa diputada local para el período 2001-2004 en tiempos del gobernador Ángel Sergio Guerrero Mier, Vitela se convirtió en una figura de presencia constante, durante los sexenios de Ismael Hernández Deras y Jorge Herrera Caldera, de quienes recibió un sucesivo impulso a su carrera, hasta convertirse en una sobreviviente de la debacle del priísmo duranguense, acaecido primero por la alternancia a nivel Estado con el advenimiento del gobernador José Rosas Aispuro Torres como abanderado del Partido Acción Nacional y finalmente, con el triunfo de López Obrador, al que Marina se vinculó como candidata a Diputada Federal por el Partido Morena.

Los antecedentes referidos indican que la nueva alcaldesa tiene talento para brillar con luz propia en el ámbito del liderazgo social y el oficio político, y solo falta saber si tales cualidades abonarán a un buen desempeño en el ámbito de la administración pública, en el complejo escenario municipal.

El reto no es fácil. La Señora Vitela ganó la alcaldía con veintiséis mil votos y fracción, poco más de mil votos por encima de la candidata del PRI, en la elección más desairada de la historia reciente de Gómez Palacio, en la que apenas votó el treinta por ciento de los electores del padrón. A pesar de que su triunfo es incuestionable, es evidente la necesidad de legitimarse en el ejercicio del cargo, con base a resultados concretos de corto plazo.

El futuro inmediato de Gómez Palacio es un enigma, porque falta saber si la convocatoria y liderazgo que indudablemente posee la nueva Alcaldesa, serán suficientes para lograr lo que se anuncia como una nueva era para la ciudad. Lo anterior depende en gran parte del apoyo de la ciudadanía en su conjunto, que Vitela Rodríguez deberá mantener y acrecentar, y de su relación con factores reales de poder, encarnados en los poderosos clanes políticos y en los importantes grupos económicos, que existen e influyen de modo determinante en el Municipio a su cargo.

Del propio discurso de toma de posesión de la nueva administración, se advierte que la Alcaldesa se propone enfrentar carencias básicas como lo indica su mención relevante al problema de las onerosas tarifas eléctricas que tienen postradas las finanzas del Municipio y del Sistema de Agua Potable y Drenaje de la ciudad (Sideapa) y que Marina ofrece resolver con auxilio del Gobierno Federal. También es alentador que anuncie que combatirá la corrupción, reducirá el gasto corriente y reorientará los recursos públicos hacia el propósito central de su gobierno, en apoyo al núcleo familiar de las personas más necesitadas.

Es bueno que la Señora Marina dedique sus esfuerzos a los propósitos indicados, pero también es pertinente que haga saber su postura frente a grandes proyectos como el Metrobús de la Zona Conurbada de la Comarca Lagunera y la Planta Potabilizadora de las aguas del Río Nazas, y actúe en consecuencia.

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