Mike Minor lució en la lomita ante los Yanquis, el abridor no permitió carreras en siete entradas y un tercio de trabajo. (AP)
Mike Minor y dos relevistas se convirtieron en los primeros lanzadores en 221 intentos que blanquean a los Yanquis, y guiaron ayer a los Rangers de Texas a una victoria por 7-0 sobre Nueva York.
Los Yanquis tenían la segunda racha más larga sin ser blanqueados desde al menos 1900. La mayor fue conseguida por ellos mismos, con 308 juegos de 1931 a 1933, comandados por Babe Ruth.
Nueva York había sido blanqueado por última vez el 30 de junio de 2018, por Chris Sale y los Medias Rojas de Boston.
José Treviño, Delino DeShields y Shin-Soo Choo conectaron cuadrangulares para respaldar a Minor (12-8), quien aceptó cinco hits durante siete innings y un tercio. El zurdo ponchó a cinco, caminó a uno y realizó 111 lanzamientos antes de ser retirado con dos corredores en las almohadillas en el octavo episodio.
Shawn Kelley reemplazó a Minor y retiró a DJ LeMahieu y Aaron Judge para cerrar el capítulo. Emmanuel Clase silenció al corazón del orden al bate de los locales en la novena entrada.
El derecho de los Yanquis, Masahiro Tanaka (10-8), lanzó pelota de dos carreras a través de seis innings. Permitió siete hits, dio una base por bolas y ponchó a cinco por Nueva York, que ha ganado seis de siete compromisos.
GANAN LOS ASTROS
Bajo la mirada de Bobby Cox, los Bravos encontraron motivación adicional.
Josh Donaldson y el panameño Johan Camargo conectaron cuadrangulares de dos carreras, en tanto que Mike Soroka cortó una racha de ocho aperturas sin ganar, para que Atlanta derrotara 6-3 a los Azulejos de Toronto.
Los Bravos, líderes de la División Este de la Liga Nacional, han ganado cinco juegos seguidos, todos contra equipos de la Liga Americana. Asimismo, han enhebrado nueve triunfos consecutivos como locales.
Cox, mánager exaltado al Salón de la Fama, volvió al SunTrust Park por primera vez desde que sufrió un infarto cerebral el 3 de abril. Se sentó en un palco privado, desde donde observó el desempeño de dos equipos a los que piloteó alguna vez.
Brian Snitker, manager actual de los Bravos, conversó antes del juego con Cox y con su esposa Pam.
"Yo estaba hablando con Pam y me dijo algo así como: 'Más vale que ganen hoy'", relató Snitker con una sonrisa. "Ésa fue una presión auténtica".
