Verdades y Rumores
De nueva cuenta donde se están viviendo día a día momentos de mucha tensión y malas caras al momento de acudir a realizar el trámite de la licencia de conducir es en las oficinas de Recaudación del Estado de Coahuila, donde nuestros subagentes, disfrazados de “coyotes”, nos reportan que a pesar de que desde hace meses no se aplica ningún tipo de descuento para obtener el permiso de conducir, la demanda sigue al alza, solo que de nueva cuenta se está convirtiendo en un verdadero calvario, sobre todo para quienes buscan obtener la licencia por primera vez. Primero porque pareciera que desapareció por completo la base de datos que tuvo por años la oficina de Transporte del Estado, y ahora que el documento cuenta con nuevas medidas de seguridad y el chip con la información completa, muchos usuarios siguen sin entender que tienen que acudir a la oficina con la papelería original para que esta sea escaneada; eso sin mencionar los que tienen que llegar a las 7:00 de la mañana para salir lo más temprano posible.
Los subagentes nos informan que la mayoría de las quejas recaen sobre Humberto Flores, conocido por sus amigos como “El Barquillo”, quien representa a la empresa externa que opera, como puede, la expedición de licencias, por no “facilitar” la atención de los ciudadanos que salen de la recaudación echando madres a diestra y siniestra. Lo cierto es que aun cuando el servicio se ha modernizado y tanto las citas como el pago se realizan en línea, para evitar precisamente que personal ajeno a la dependencia lucre con el trámite cobrando hasta unos quinientos pesillos por hacer la fila o pedir citas que luego cambian al mejor postor, las quejas se mantienen.
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A pesar de que las inestables redes sociales se han convertido en la tribuna pública donde se ventila la intolerancia y el clima de violencia al que hemos llegado los seres “inhumanos”, un nuevo incidente fue protagonizado por los muchachos de Tránsito y Vialidad de Torreón, cuando la tarde de este lunes cerca de veinte elementos de la dirección que encabeza el jefazo Pedro Luis Bernal se hicieron de palabras con un conductor que era multado tras una falta vial en pleno bulevar Independencia. De acuerdo al agente, el conductor dio una vuelta indebida, por lo que se le pidió que se “orillara a la orilla”, generando el enojo por parte del automovilista, quien argumentó que su maniobra era permitida por el reglamento. La cosa es que al momento en que el agente de tránsito le pidió que bajara de su unidad y le mostrará los papeles, como en el corrido, los dos echaron mano a sus fierros como queriendo pelear, situación que hizo que el uniformado pidiera refuerzos para que lo “ayudaran” a multar al ciudadano de 49 años, quien, de acuerdo a su esposa, es diabético. Ni tardos ni perezosos, de un momento a otro empezaron a aparecer agentes por todas partes para auxiliar a su compañero. Nuestros subagentes nos informan que luego de que se llevaran detenido al conductor y le fuera retirada la unidad por el gran número de elementos que acudieron a atender el incidente, ante la opinión pública los muchachos de Vialidad volvieron a quedar como los malos de la película y se puso en evidencia la falta de un protocolo de actuación frente a las agresiones. A todo esto, su jefe, don Pedro Luis, los justificó diciendo que también sus subordinados se sienten cuando los insultan. Si bien a nadie le gusta ser detenido, las acciones que en los últimos días se están repitiendo con preocupante frecuencia deberían dejar como reflexión que los automovilistas deberían de respetar a la autoridad, y la autoridad debe actuar bajo el margen del respeto.
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Luego de que la exsecretaria Rosario Robles fuera detenida por su presunta participación en la “Estafa Maestra”, el gesto de muchos funcionarios públicos a lo largo y ancho de la república se desdibujó de las fotos que tanto presumían de la mano de la dos veces secretaria de Gobierno de Enrique Peña Nieto. La Laguna no fue la excepción y, como de costumbre, varios políticos empezaron a borrar de sus redes sociales cualquier imagen que los relacionara con doña Rosario. Una de las primeras fue la alcaldesa electa de Gómez Palacio, Marina Vitela, quien en el 2014, siendo diputada del partido que ahora niega (el PRI), recibió a la entonces titular de Desarrollo Social en la colonia Leticia Herrera. Las imágenes de aquel momento, donde se retrataba a ambas muy sonrientes, empezaron a circular. Por cierto, dicen que una de las razones por las que doña Marina ha estado alejada de la escena pública es porque andaba ‘ajuareándose’ para recibir en unos días la administración gomezpalatina, claro que ahora a nombre de la Cuarta Transformación.
Y hablando de la hermana república de Gómez Palacio, quien sabe se le acabó su largo ciclo como jefe de Protección Civil en dicha ciudad es Alonso Gómez Vizcarra, quien según los últimos reportes de nuestros subagentes, disfrazados de papeles a punto de desaparecer, ha puesto a consideración del Cabildo su jubilación, por lo que se espera que en alguna de las últimas sesiones y antes de que lo dejen como al chinito, “no más milando”, los regidores se comparezcan y le hagan válido su retiro. Y quien también realizó su gira de despedida con los medios de comunicación fue la alcaldesa Leticia Herrera, quien en una amena comida con periodistas no les dijo “adiós”, sino “hasta pronto”, porque prometió volver como candidata a gobernadora y literalmente les dijo “ya sea con el PRI o sin el PRI”. Así que no será de extrañar, estimado lector, que doña Lety en unos añitos se presente a las elecciones con logotipos de otro partido, así como lo hizo su sucesora en la presidencia municipal.
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Para no desentonar con el bochornoso espectáculo de descalificaciones que protagonizaron los senadores de Morena en la capirucha del smog, la bancada de ese partido en el Congreso de Coahuila también se deshizo literalmente, solo que con la renuncia del legislador Benito Ramírez, de quien hace días se filtró la carta donde se separaba del partido que encabeza el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador. El grupo de Morena estaba conformado solo por dos diputados: Benito y Elisa Catalina. Y como si fueran una pareja, el divorcio obedeció, según Ramírez, a una “incompatibilidad de caracteres”. Pa’ pronto las lenguas viperinas empezaron a especular, y dicen que desde que tomaron sus curules era claro quiénes están detrás de ellos. De doña Elisa, dicen que son los del PRI quienes le aconsejan cómo moverse, mientras que a Benito son los del PAN. Ahora que el exmorenista se volvió ‘independiente’, vaya usted a saber qué cuentas le rendirá el superdelgado del Gobierno federal en la provincia, Reyes Flores, a su jefe don Andrés Manuel, quien en lugar de afianzar su estructura en la región, ve cómo sus cercanos se comen entre ellos.
Y quien pareciera estar usando la estructura clientelar… Perdón, social del Municipio de Torreón es el legislador panista de Coahuila Marcelo Torres Cofiño, quien en su afán de promocionarse como el ungido con la candidatura a la alcaldía de Torreón hace de todo y se mueve por la ciudad para ser visto como un político “cercano” a la gente. El pasado fin de semana en la plaza 5 de Mayo de la colonia Moderna se realizó un “evento mágico musical”, donde hubo brincolines, lucha libre y hasta música. Los vecinos del sector fueron invitados por los gestores sociales del Ayuntamiento de Torreón, por lo que creían que era auspiciado por el Municipio, hasta que vieron bajar a don Marcelo de un camionetón tipo Hummer para acercarse a la gente. Lo que más llamó la atención es que don Marcelo acudiera, en lugar del diputado Fernando Izaguirre, a quien le corresponde este sector, y quien por cierto desde que ganó solo lo ha visitado en dos ocasiones, justificando que no tiene presupuesto para gestoría, por lo que no ha podido taparles ni el más mínimo bache a los vecinos del sector.
