Columnas la Laguna

DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

ARMANDO CAMORRA

El puerco espín le dijo a su hembra: “Me alejo de ti para siempre, esposa mía. Te amo, pero me has lastimado mucho”. Una noche abrileña de 1775 el gran patriota americano Paul Revere fue a caballo avi sando por el camino a los colonos que las tropas del rey habían llegado. Les gritaba a voz en cuello: “The British are coming!”. Llegó a una casa y una hermo sa mujer abrió la puerta. “¡Los ingleses se acercan! -le dijo Paul Revere-. ¡Avísale a tu esposo!”. Le informó ella: “Mi marido no está. Anda de viaje”. “Ah vaya -re plicó el gran patriota al tiempo que descabalgaba-. En tonces olvidémonos de los ingleses”. Simpliciano, jo ven varón sin ciencia de la vida, casó con Pirulina, muchacha sabidora. Al empezar la noche de las bodas ella fue hacia él y le dijo con tono sugestivo: “Estamos solos, amor mío”. “Sí -respondió Simpliciano toman do su celular-. ¿A quién le hablamos?”. Salió del tem plo el cortejo que acompañó a las cenizas de don Tere binto. En el curso de los ritos funerarios uno de los an tiguos compañeros de colegio del finado estuvo obser vando a su viuda, mujer de no muchos calendarios y de apreciables atributos físicos. A la vista de tales atractivos el hombre pensó que quizá podría llenar el hueco que su difunto amigo había dejado. Así, a la sa lida de la iglesia se presentó a la viuda y después de darle el pésame le dijo. “Señora: dicho sea con el ma yor respeto, está usted muy guapa”. Ella, enjugándo se una lágrima con la punta del pañuelo, respondió: “Y debería verme cuando no he llorado”. Todos los ca minos de la corrupción llevan a los sexenios de Car los Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto. En am bos períodos la corrupción, presente desde los tiem pos coloniales en la vida pública de México, se hizo rampante. Mientras las acciones emprendidas por López Obrador contra la corrupción, acciones por lo de más necesarias y plausibles, no toquen a ningún per sonaje integrante de lo que él llamó “la mafia del po der”, el concepto de chivo expiatorio seguirá vigente en la opinión pública. Por cierto, y dicho sea de paso, AMLO ya casi no usa esa expresión: “la mafia del po der”, que antes empleaba cotidianamente. ¿Por qué se rá? Y otra pregunta: ¿cuál es la capital de Dakota del Sur?... La parejita de recién casados se instaló en su nidito de amor. Ella le dijo a él: “Has de saber que eso del sexo no me gusta ni mucho ni muy poco. Lo hare mos un día sí y un día no”. “Muy bien -aceptó él-. En tonces vendré a la casa cada tercer día”. El duque de Highrump invitó a su amigo lord Walleyed a la cace ría del ciervo. Al regreso de la excursión venatoria el mayordomo de la finca le preguntó al visitante: “¿Ca zó milord un ciervo?”. “Ninguno -respondió Walleyed. Pero vi entre los árboles una bestia grande y corpu lenta, de mirada fiera y crin pelirroja, que al caminar gruñía y bufaba amenazadoramente, y tuve ocasión de disparar sobre ella”. “Jesus, Mary and Joseph! -ex clamó consternado el mayordomo, que era irlandés-.

¡Se me hace que cazó usted a la duquesa!”. Don Chin guetas llegó del trabajo. Su esposa doña Macalota lo abrazó amorosamente, lo besó, le quitó el saco y la cor bata y empezó a desabotonarle la camisa. “¡Por favor! -la rechazó él-. ¡Cuando estoy en mi casa quiero olvi darme de lo que hago en la oficina!”. Un citadino que paseaba por el campo vio a una muchachita que con ducía con esfuerzo a un gran toro. Le preguntó: “¿A dónde llevas ese toro?”. Respondió la zagala: “Lo lle vo a la granja del vecino, a que cubra a una vaca”. El hombre, que veía las fatigas de la jovencita, le pregun tó: “¿Y no puede hacer eso tu papá?”. “No -contestó ella-. Tiene que ser el toro”. FIN.

Leer más de Columnas la Laguna

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas la Laguna

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1609361

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx