El compositor tapatío Juan Pablo Contreras dice conocer de cerca el odio y el desprecio hacia los latinos que yace en la población estadounidense, pues él radica en la ciudad de Los Ángeles, donde existe un gran número de pobladores mexicanos. Para él, su música les da una esperanza a sus paisanos. “Un orgullo y una identificación con nuestro México, llevo nuestro país a aquellos que están lejos, mi principal mensaje es esto es México y no lo que pintan los medios”.
El autor del álbum “Mariachitlán”, que recopila piezas musicales como “Pirámide del Sol” y “El Laberinto de la soledad”, menciona que el problema es que Estados Unidos no quiere reconocer que es también un país de muchas culturas. Para el músico, uno de los principales objetivos de “Mariachitlán” es demostrarle a cualquier país que en México tenemos de lo mejor en muchas cosas, especialmente en nuestra riqueza cultural y en la música.
“Creo que escribir música mexicana bien estructurada, empapada de temas históricos, ponen en alto nuestro país”, explicó. Para Juan Pablo lo que realiza a través de sus composiciones es llevar un pedacito de nuestro país, celebrando lo positivo de nuestra cultura, al contrario de lo que muestran las películas y series de narcos.
Contreras ha trabajado con 25 orquestas en distintos países, incluidos Argentina, Venezuela, México y Estados Unidos, y en distintas ocasiones los directores hacen cambios con la música que ni él imaginaba, le modifican algún tono o color dándole un toque particular. De su disco, la composición “Mariachitlán” fue la ganadora del concurso para compositores nacionales mexicanos que se realizó en 2016.
SOBRE EL AUTOR
Juan Pablo Contreras (Guadalajara, México, 1987) es uno de los jóvenes compositores más destacados de Latinoamérica. Su música es reconocida por sintetizar en un mismo lenguaje la tradición clásica con elementos sonoros de la cultura popular mexicana y ha sido interpretada por algunas de las mejores orquestas del continente, como la Orquesta Sinfónica Nacional de México, las Filarmónicas de la Ciudad de México y de la UNAM, y las orquestas de Boca del Río, Guanajuato, Oaxaca, Estado de México y Jalisco en México; la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela; las Sinfónicas de Salta y Córdoba en Argentina; y la Victoria Bach Festival Orchestra y la Waco Symphony Orchestra en Estados Unidos.
