El escritor Hans Christian Andersen, quien falleció hace 144 años, es autor de más de 150 cuentos infantiles conocidos a nivel mundial, entre los que destacan: El Patito feo, La Sirenita, El Soldadito de plomo y El Sastrecillo valiente.
De origen humilde y nacido el 2 de abril de 1805 en Dinamarca, el también poeta tuvo una formación autodidacta. Encontró sus principales influencias en Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832), Johann Christoph Friedrich Schiller (1759-1805) y Ernst Theodor Amadeus Hoflfmann (1776-1822).
Con el propósito de convertirse en un importante dramaturgo viajó a Copenhague, no obstante su escasa educación y la crisis que vivía el reino, producidas por los duros lineamientos del Tratado de Paz de Kiel, mermaron sus intenciones.
Logró conseguir ayuda de personas adineradas para formarse como bachiller, pero no tuvo éxito dedicándose a escribir obras teatrales.
El primer poema con el que se dio a conocer, El niño moribundo, refleja su inclinación por la línea romántica que difundían los poetas de esa época, especialmente los alemanes.
De acuerdo con su perfil publicado en el portal de Internet biografiasyvidas.com, viajó por Alemania, Francia, Italia, Grecia, Turquía, Suecia, España y el Reino Unido, de donde obtuvo algunos registros para la creación de sus obras.
Producto de esos viajes es, también, la amistad que sostuvo con Charles Dickens (1812-1870), quien le ayudó a dar forma a sus textos.
La creación literaria del escritor británico le ayudó a encontrar el equilibro entre la realidad y la fantasía, aseguran sus biógrafos.
El escritor danés se basó en tradiciones populares y narraciones extraídas de fuentes alemanas y griegas, que conjugó con experiencias personales, para dar vida a personajes cotidianos, héroes míticos, animales y objetos animados.
Su éxito y título como uno de los genios de la literatura universal se debe a la maestría y sencillez expositiva que tienen sus cuentos, los cuales se desarrollan en un escenario donde la fantasía forma parte natural de la realidad.
En sus relatos, además de representar la eterna lucha entre el bien y el mal, explora el poder de la justicia y la supremacía del amor sobre el odio.
Las obras de Hans Christian Andersen, quien falleció el 4 de agosto de 1875, han sido traducidas a más de 80 idiomas y adaptados a obras de teatro, ballets, películas, dibujos animados, juegos en CD y obras de escultura y pintura.
