El sector de la vivienda en la economía genera un efecto multiplicador, ya que además de crear empleos directos, reactiva a través de la proveedora a importantes industrias como el cemento, el acero, de accesorios... Pero no solo eso, la industria de la vivienda tiene una relación intrínseca con el desarrollo social, ya que a través del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) y el Fovissste se colocan casas para la población.
El pasado fin de semana esta industria manifestó signos de una severa crisis productiva en La Laguna. Jesús de la Garza, presidente de la Cámara Nacional de Desarrollo y Promoción de la Vivienda (Canadevi) Laguna, señaló que en promedio la baja semestral de la actividad fue de un 16 por ciento anual en Torreón, mientras que en vivienda popular, con un cajón salarial de 1 a 2.8 UMAS, la caída fue de un 45 por ciento en la región. Y fue más allá al señalar que la caída de la vivienda nueva es de alrededor de 75 por ciento.
Hoy esta industria, fundamental para el crecimiento económico de una región, no muestra rumbo. Resulta preocupante que siendo la principal generadora de empleo su reporte sea negativo, lo que deja entrever que la crisis del sector también es una manifestación de una posible crisis de la economía regional.
Otra vertiente de análisis es el nuevo programa del Gobierno federal que, según informes a la prensa, en noviembre estará listo el Programa Nacional de Vivienda, con el propósito de construir un instrumento de planeación que garantice el acceso a una vivienda adecuada a todas las familias mexicanas, sobre todo las que más lo necesitan.
Pero el principal desafío que enfrenta este sector, que involucra tanto a constructores e Infonavit, es construir viviendas de calidad, que garanticen a los laguneros un espacio de convivencia sana para quienes la habitan.
Es claro que el reto es aún mayor si tomamos en cuenta que así como hay constructoras que cumplen con todos los requisitos de calidad, así también hay otras que han tenido quejas de todo tipo.
Por lo que ahora, para este segundo semestre, además de salir de la crisis, tanto constructoras como el Infonavit tendrán que demostrar que no hay espacios ni para construcciones de baja calidad, ni para esquemas de financiamiento con 'eternos pagos'.
Pues es lamentable aún observar familias laguneras que siguen pagando su vivienda aún con cuarteadas, problemas en los cimientos y demás; o bien espacios tan pequeños que la convivencia familiar se hace imposible.
