El equipo de Ámsterdam tenía cinco años sin poder ganar la Supercopa, la última que levantó fue venciendo 3-2 al AZ Alkmaar. (EFE)
Un renovado Ajax conquistó ayer la Supercopa de Holanda por 2-0, con goles de Kasper Dolberg y Daley Blind, e hizo olvidar las ausencias de Frenkie de Jong y Matthijs de Ligt en un partido que ganó de forma merecida frente a un PSV Eindhoven muy inferior.
Los de Ámsterdam se hicieron con un título que no ganaban desde 2013 y dejaron un buen sabor de boca, a pesar de que el equipo aún les falta rodaje para estar al cien por cien. El PSV, por su parte, pareció salir al campo con un ojo puesto en el decisivo encuentro del próximo martes contra el Basilea, en el que se juega continuar en la fase previa de la Liga de Campeones.
Erik ten Hag hizo debutar a cinco jugadores en el once inicial, dos canteranos (Perr Schuurs y Sergiño Dest) y tres fichajes (el argentino Lisandro Martínez, Razvan Marin y Quincy Promes). Cambió el habitual 4-3-3 de la pasada temporada por un 4-2-3-1 con Dolberg como delantero centro. En la defensa, Schuurs y Martínez estuvieron muy sólidos, mientras que Blind se adelantó unos metros para hacer de centrocampista.
El experimento le salió bien al técnico y el comienzo del encuentro fue un monólogo del Ajax, hasta el punto de que algunos de los espectadores más rezagados del Johan Cruyff Arena se perdieron el primer tanto.
El calor y la falta de empuje del PSV hicieron imposible que el resultado se revirtiera. Sólo la entrada de Hirving Lozano les dio energía a los hombres de Van Bommel, pues hizo buenas combinaciones con Malen, pero no fue suficiente.