El retiro de ahorros afectará porque los utilizan para pagar gastos que son imprevistos. (ARCHIVO)
La austeridad del Gobierno federal va ahora por los ahorros que los consulados de México en el exterior utilizan para dar mantenimiento, hacer la limpieza, pagar la renta y dar seguridad a las sedes.
Según un comunicado interno, dado a conocer por Reforma, la Cancillería mexicana pidió a los consulados en el mundo una estimación de los recursos mínimos que necesitan para concluir el ejercicio fiscal 2019 en cuanto a bienes inmuebles y recursos materiales, porque el resto de su presupuesto será retenido por la dependencia.
Esto luego de que la Dirección General de Programación, Organización y Presupuesto (DGPOP) de la Secretaría de Relaciones Exteriores realizara un análisis del presupuesto asignado y ejercido al mes de junio de 2019 por los 67 consulados, las 2 secciones consulares e institutos culturales de México y detectara subejercicios.
De acuerdo con el correo enviado por Guillermo Vergara, director general adjunto de Bienes Inmuebles y Administración en el Exterior, el pasado 19 de julio, la DGPOP estima que se están radicando más recursos de los que las representaciones están pagando, por lo que el monto a enviárseles disminuirá en los próximos meses.
"Al respecto, tomando en consideración las estrategias en materia de austeridad de la presente Administración, solicito de su apoyo para que, a la mayor brevedad posible, confirmen los montos mínimos requeridos en los conceptos específicos de gasto de la DGBIRM, los cuales les permitan concluir correctamente el ejercicio fiscal vigente", indicó Vergara.
Además, advirtió que de no recibir los estimados a más tardar el 26 de julio, disminuirá el monto que se les enviará en los próximos cinco meses.
Tras esto, fuentes consulares señalaron que el retiro de los ahorros afectará a las representaciones porque los utilizan para pagar gastos que son imprevistos, por ejemplo, para arreglar deterioros o daños emergentes en los edificios que albergan los consulados, y para lo cual necesitan dinero que no tienen presupuestado y que deben pedir a la Cancillería en un proceso que frecuentemente es lento, por lo que utilizan los ahorros para atender el problema.
Asimismo indicaron que el mobiliario en muchos de los consulados ya es viejo y que por ello algunos empleados en el exterior han tenido que comprar incluso la silla en la que trabajan.
