En la década de los años treinta se construyeron los dos primeros Estadios públicos en el Estado de Coahuila, el primero de ellos fue el Estadio de la Revolución en Torreón, inaugurado el 15 de septiembre de 1932 por el entonces gobernador don Nazario S. Ortiz Garza; el segundo fue el Estadio Municipal de Saltillo, inaugurado el 20 de noviembre de 1937 por el Dr. Jesús Valdés Sánchez, entonces gobernador de la entidad.
El primero de ellos aún existe y es la casa de los Algodoneros del Unión Laguna de la Liga Mexicana de Béisbol Profesional. El segundo inmueble empezó a ser demolido en septiembre de 1966 para dar paso a la construcción de un edificio escolar, el cual fue inaugurado el 30 de octubre de 1967.
En la inauguración del Estadio Saltillo, como también se le conocía, se celebró un juego de exhibición entre los equipos Alijadores de Tampico y Agrario de la Ciudad de México de la entonces Liga Profesional Mexicana. Estaba en un terreno ubicado frente a la parte Sur de la Alameda Zaragoza en las calles Ramos Arizpe, Obregón, Colón y Salazar.
Se cuenta que en ese terreno estaba la Quinta Naranjo, propiedad del General Naranjo. En un principio se pensó construir ahí el edificio del Ateneo Fuente, pero la administración de don Nazario S. Ortiz Garza decidió que fuera donde actualmente está. El Estadio Municipal Saltillo fue construido para la práctica del béisbol, sin embargo, permitió la práctica de otros deportes.
Fue en su tiempo el principal escenario deportivo de la ciudad de Saltillo, desde noviembre de 1937 hasta septiembre de 1966, cuando fue demolido para iniciar la construcción de un nuevo edificio para la Escuela Normal de Profesores, plantel que lo ocupó algunos años y en la actualidad alberga a la Escuela Secundaria del Estado Profr. Federico Berrueto Ramón y a la Escuela Primaria Anexa a la Normal.
El desaparecido Estadio Saltillo tenía dos entradas por la calle de Salazar, una puerta de madera a media cuadra y una puerta de fierro en la confluencia de calles Ramos Arizpe y Salazar que daba acceso a las tribunas de cemento, ubicadas sobre las dos calles en mención. Por calle Ramos Arizpe frente a calle Purcell estaba su fachada principal, una enorme puerta con barrotes intercalados dispuestos en forma de pirámide, que le daba un toque especial.
Durante tres décadas fue una especie de estadio de usos múltiples, en su campo de tierra se celebraban lo mismo partidos de béisbol, futbol soccer, futbol americano, eventos de motociclismo, el espectáculo de los Pilotos Infernales de la Muerte. Fue también escenario de funciones de Lucha Libre, colocándose el ring entre home y primera base para que los espectadores pudieran presenciar los combates.
En 1956 se presentó el inmortal Pedro Infante con su espectáculo de motociclismo, pues su película A Toda Máquina estaba de moda y el ídolo de Guamúchil fue ovacionado por los saltillenses.
El Estadio Saltillo fue también el escenario en donde cada fin de cursos se celebraba la entrega masiva de certificados de educación Primaria, ceremonia que era presidida en la mayoría de los casos por el Alcalde en turno y en algunas ocasiones por el Gobernador del Estado.
Contaba con alumbrado, durante varios años se celebraron partidos nocturnos de la Liga Central Mexicana de Béisbol, en la cual se jugaba pelota de gran calidad, participaban en este circuito los Mineros de Fresnillo, Alacranes de Durango, Indios de Juárez y el Club 45 de Saltillo, entre otros.
El Club 45 era un verdadero trabuco, en la temporada 1956 jugaban en este equipo Agustín "Pijini'' Bejerano, Pedro "El Charrascas'' Ramírez, Mauro Ramírez, Ramón Mendoza y su hermano Felipe, Silvio Meza, los lanzadores saltillenses Javier Olallo García y Héctor "Teto'' Villalobos. Destacaban también el cubano Conrado "Babalú'' Pérez, el receptor Luis Saint Claire y el parador en corto Andrés Morales.
Varias temporadas militó el Club 45 en la Liga Central Mexicana de Béisbol, siendo uno de los equipos protagonistas de este circuito, antecedente directo de los Saraperos de Saltillo de la Liga Mexicana de Béisbol, en la cual participan de manera ininterrumpida desde 1970 con un bicampeonato en su haber.
En la década de los años sesenta, antes de que el Estadio Saltillo fuera demolido, jugaba el equipo Club 45 que militaba en la Liga Otoñal de Béisbol, equipo en el que inició su brillante carrera el jardinero Marcelo Juárez y brillaba en el pitcheo el cubano Julius Grant.
En el Estadio Saltillo se presentaron a fines de la década de los años cincuenta los Niños Gigantes de Monterrey, Campeones Mundiales en Williamsport para jugar contra un combinado local, en sus filas estaban Ángel Macías, Adelaido "El Pelón'' Campos, Héctor "La Malita'' Torres, Boby Treviño y José Maíz, entre otros.
En el desaparecido Estadio Saltillo entrenó en una ocasión el equipo Oro de Guadalajara de Primera División en una visita al Monterrey en 1961. Los Rayados sostuvieron a mediados de los años sesenta un partido amistoso contra la Selección Saltillo. Del cuidado de este inmueble se encargaban los señores Cansino y Rocha, quienes lo mismo rayaban un campo de béisbol, futbol soccer o futbol americano, según se requiriera.
Uno de los goles más recordados en el desaparecido Estadio Saltillo fue el anotado por Cristino "El Cerillo'' Aguirre en un partido de la categoría de Primera Fuerza entre los equipos Tigres de Salazar y Buitres de la Narro en diciembre de 1963. En el segundo tiempo "El Cerillo'' Aguirre, quien habitualmente jugaba de extremo derecho, se retrasó a la mitad de la cancha y desde ahí disparó con gran potencia a la portería defendida por el guardameta conocido como "El Charro'', cuyo lance resultó inútil y el balón se anidó en el ángulo superior derecho, un golazo que le dio el triunfo a los Tigres por dos a uno.
Aunque ya no existe el Estadio Municipal Saltillo sigue vigente en la memoria de los aficionados de antaño al béisbol, futbol soccer y futbol americano.
¡Hasta el próximo miércoles!
