Ha venido tantas veces a la región que ya casi casi se considera lagunero,
Eduardo Villar, conductor del programa de la red La ruta de la garnacha, ha visitado en muchas ocasiones la Comarca por diversos compromisos laborales y además para darle el visto bueno a alimentos como los lonches de adobada, las gorditas y el pan francés.
En una de sus visitas, Lalo ofreció una singular entrevista a El Siglo de Torreón dentro de una camioneta. El también comunicólogo visitó varios sitios de comida y entre que se trasladaba de un lugar a otro charlaba de todo.
El punto de encuentro fue un hotel del bulevar Independencia. El presentador se subió al vehículo, se acomodó en la parte trasera y lo primero que dijo fue: "Ya se me hizo costumbre venir a Torreón; ya casi soy lagunero, aunque aclaro que no le iría al Santos porque soy chivista de corazón".
Eduardo realizó una conferencia sobre marketing digital en una conocida universidad ante cientos de jóvenes. Aclaró que no es un experto en el tema.
"Y creo que nadie es un gran conocedor de ese tema porque en el mundo digital todo va cambiando. Hoy funciona de una manera y mañana te cambia todo. Estudié comunicación; como es bien sabido, esta profesión de alguna manera te obliga a ser 'todólogo'".
Al hablar de La ruta de la garnacha, Eduardo se muestra orgulloso, como un padre de su hijo. Dice que dicha emisión es el trabajo que ocupa el lugar número uno en su corazón.
"Creo que La ruta... nació como una necesidad para darles voz a todos esos lugares de alimentos que la gente no conocía. Porque generalmente los promotores de turismo te recomiendan lugares que a veces son muy costosos y que a veces ni están tan ricos".
Algo que tiene sumamente emocionado a Lalo es la aplicación de La ruta de la garnacha, la cual ha funcionado bastante bien. Con ella está promoviendo sitios que cuentan con alimentos deliciosos y nada costosos.
"Le estamos echando muchas ganas a esta aplicación porque está difundiendo muchísimos sitios dignos de conocer. La aplicación es el motor para que la gente sepa dónde comer rico. Por ejemplo, la abren en Torreón y les va a recomendar los famosos tacos de suadero, los lonches de adobada de por el Bosque y las panificadoras que tienen pan francés".
Villar dijo que justamente le encantó el pan francés, sin embargo, consideró que no se promueve de una manera acertada y que a su vez beneficie a la Comarca.
"Me da un poco de cosa porque no promueven más su pan. Creo que es algo que todo mundo debería saber y que cuando venga a Torreón por negocios o placer, diga 'tengo que ir a comer pan francés'.
"Es como en Guadalajara, cuando alguien va para allá sabe que tiene que comer tortas ahogadas y es una lástima que la gente que venga a Torreón no sepa qué comer aquí", sostuvo.
El comunicador dijo que cuando viaja a Torreón o a Durango, ve a muchas personas con bolsas de donas de una conocida marca y eso le gustaría que ocurriera con el pan francés. "Yo quiero ver un día a individuos de otros sitios que cuando vengan a La Laguna se regresen a sus tierras con bolsas y bolsas de pan francés".
Lalo Villar comentó que además de La ruta de la garnacha lanzará una línea de ropa y accesorios.
"Yo como marca, no de La ruta..., sacaré gorras, tenis, playeras y sudaderas. Lo que queremos hacer es sacar cosas relacionadas con comida o puerquitos".
El conductor dijo que le gustaría que los mexicanos presumieran mucho más su gastronomía.
"Los peruanos lo han hecho y por eso hay mucho respeto para sus alimentos. Por ejemplo, aquí en México cuando vas a una fiesta o algo así, no falta quien diga, 'pues solo tengo taquitos', los minimizan, cuando en otros países los tacos mexicanos son vistos como maravillosos", puntualizó.
Satisface su hambre
El Siglo de Torreón llevó a Eduardo Villar a comer varios alimentos propios de la región.
El primer sitio que visitó fue un local ambulante de gorditas rojas que se encuentra al oriente de Torreón. Lalo platicó con los comensales que ahí se hallaban y con las chicas que las preparaban.
Pidió dos gorditas y la que más le gustó fue la de chicharrón prensado, y es que, según dijo, este guiso no se encuentra tan fácil en CDMX.
Posteriormente, Villar conoció el Mercado Juárez, y justo en la esquina de Acuña y Juárez se topó con un carrito de gorditas de cocedor.
Pidió dos. Le gustaron mucho y hasta aprovechó para grabar una cápsula del vendedor con sus gorditas para La ruta de la garnacha.
De buen diente. Las gorditas de cocedor no se le escaparon, y además de comerse unas, aprovechó y entrevistó al vendedor para una de sus cápsulas.
