Ante la falta de oportunidades, Juan Hugo decidió dedicarse al comercio informal. (JOEL MENDOZA)
El comercio informal fue la única opción que encontró ante las dificultades que la diabetes provocó en su cuerpo desde el 2004.
Esta es la historia de Juan Hugo Muñoz Medina, quien desde el 2008 optó por vender juguetes y productos varios luego de que la enfermedad le provocara distintas amputaciones y lesiones en sus piernas.
Pese a que ha acudido a distintas ferias de empleo, Juan comenta que empresas de distintos giros no lo consideran al momento de presentarse para una vacante, ya que "solo reciben la solicitud", por lo que la opción terminó por hallarse en el comercio ambulante pues "hay que buscarse la vida y echarle los kilos [...] no hay de otra".
Entre los productos que tiene a la venta se encuentran principalmente juguetes con luces y sonidos, los cuáles considera que sí se venden, dado que los niños "todo quieren".
Sus jornadas se realizan todos los fines de semana en algún punto de la Plaza Mayor, donde entre semana se dedica a la venta de frutas y verduras, algo que desarrolla desde hace más de 20 años y "lleva en la sangre".
Trabajadores del Ayuntamiento así como personas que acuden a llevar cabo distintos trámites apoyan adquiriendo sus productos y además siempre "le echan la mano".
Para transportarse, Juan tiene el apoyo de las unidades del Desarrollo Integral de la Familia (DIF), así como un "carrito manual" que le facilita moverse dentro y fuera del edificio.
