Entre un 10 y un 15 por ciento se incrementan las situaciones de maltrato en el hogar. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Entre un 10 y un 15 por ciento se incrementa la violencia doméstica durante los periodos de vacaciones, además, los menores suelen ser los más afectados.
Así lo indico José Luis Amaro Valles, subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Seguridad Pública, quien refirió que esta situación se deriva de la mayor convivencia.
Los niños pasan más tiempo en la casa debido al asueto, de ahí que la convivencia con sus familiares es mayor, aunque no siempre de la mejor manera.
Las temporadas podrían ser mejor aprovechadas por las familias para incentivar diferentes actividades de convivencia, pero no siempre es así.
Señaló que la Secretaría de Seguridad Pública busca llegar a todos los sectores con información de prevención en materia de prevención familiar.
"Queremos que los ciudadanos sean conscientes de las sanciones a las que pueden hacerse merecedores si incurren en violencia familiar, pero también que sepan el daño que hacen a su familia con esa conducta", dijo.
Hay más de 27 profesionales en temas de prevención que trabajan en coordinación con Comités Vecinales y Asociaciones de Padres de Familia.
AYUDA
Recordó que el Programa Esmeralda se mantiene activo para atender denuncias o brindar asesoría psicológica a quienes son víctimas de la violencia familiar.
Y es que mientras que los problemas y los abusos entre las parejas se mantienen, el hecho de que los hijos permanezcan más tiempo en casa también los hace más propensos a las agresiones en el lugar en el que se supone deberían estar protegidos.
"Hacemos el llamado a los padres de familia a buscar fortalecer lazos y vínculos con los hijos en esta temporada de vacaciones, en vez de incurrir en agravios".
Consideró que los casos de violencia doméstica se incrementan entre un 10 y 15 por ciento en temporada de asueto, cifra que no es detonante, pero lo ideal es la erradicación total.
La violencia en contra de los menores se da en un marco en el que la víctima no tiene la capacidad de defenderse, de ahí las condiciones de vulnerabilidad de la que es objeto.
