En el asiento del copiloto, fue asesinada Angélica. A su lado quedó lesionado Enrique, con el arma que portaba fajada en la cintura, sin poder utilizarla para defenderse de sus agresores, quienes después de balearlos merodearon la zona del ataque. (ARCHIVO)
En el asiento del copiloto, fue asesinada Angélica. A su lado quedó lesionado Enrique, con el arma que portaba fajada en la cintura, sin poder utilizarla para defenderse de sus agresores, quienes después de balearlos merodearon la zona del ataque.
LOS CAZAN. La madrugada del domingo, el hombre y la mujer circulaban a bordo de un Jetta color gris, sobre la avenida Circunvalación; después, se incorporaron a la avenida Canal del Norte y fue al llegar a la esquina con la calle de Boleo, en la colonia Nicolás Bravo, alcaldía Venustiano Carranza de la Ciudad de México, donde sus verdugos los interceptaron.
Pese a que Enrique, quien iba al volante, estaba armado con una pistola tipo escuadra, calibre 9 mm, éste no pudo hacer mucho para defenderse, cuando a un costado se le emparejó una motocicleta desde donde los sicarios les dispararon en diferentes ocasiones.
Tras perpetrar los crímenes, los asesinos avanzaron en su motocicleta tres cuadras, para luego dar vuelta en la calle de Jesús Carranza, después tomaron la calle José Gorostiza para atravesar Avenida del Trabajo y llegar de nuevo a avenida de Circunvalación, desde donde observaron unos minutos la escena, para después escapar en dirección contraria.
LESIONADO. Mientras el cadáver de Angélica permanecía en el asiento del copiloto, Enrique fue atendido por paramédicos. Su cuerpo presentaba tres impactos de arma de fuego, uno en la mano, otro en el hombro izquierdo y el más grave en el tórax.
Peritos hallaron en el lugar ocho casquillos; el cuerpo de la mujer fue llevado al anfiteatro correspondiente, mientras que el hombre fue trasladado a un hospital, donde permanece en calidad de detenido hasta que se acredite la portación legal del arma.
