El 12 de julio de 1978, Horacio Piña García "El Ejote", lanzó un juego sin hit ni carreras, en un partido disputado entre las novenas de Rieleros de Aguascalientes contra los Diablos Rojos de México.
Toda una institución en el rey de los deportes, Don Horacio, fue homenajeado y reconocido, las porras, ovaciones y muestras de cariño por parte de los asistentes se multiplicaron, ante un lleno total, en el estadio que hoy lleva su nombre.
El matamorense originario del ejido Maravillas, demostró que sí es profeta en su tierra. En la ceremonia, su hijo, el alcalde de Matamoros, Horacio Piña Ávila, entregó el reconocimiento al pitcher.