En Irak todavía hay presencia de yihadistas en diferentes puntos del país, a pesar de que en diciembre de 2017 el Gobierno iraquí dio por finalizada la guerra contra el EI. (ARCHIVO)
Las fuerzas iraquíes han concluido la primera fase de una ofensiva contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en la frontera de Irak con Siria, pero aún queda presencia de los yihadistas en esta amplia zona desértica difícil de controlar sin mantener a las tropas sobre el terreno.
Un coronel del Ejército iraquí que ha participado en la operación "Voluntad de Victoria", desencadenada el pasado domingo, aseguró que "la primera fase logró numerosos objetivos, pero esto no significa de ningún modo el fin de la actividad del EI en la zona desértica".
"La mayor dificultad para las fuerzas es la vasta superficie de esta área y la falta de capacidad para desplegar tropas en todo este espacio", explicó el coronel, que pidió el anonimato.
La fuente detalló que más de 20,000 efectivos del Ejército, la Policía y las milicias progubernamentales Multitud Popular y Multitud de los Clanes tomaron parte en la campaña y penetraron en la zona desértica alcanzando puntos a los que no habían llegado en operaciones anteriores.
Sin embargo, "cuando las fuerzas se retiren, los hombres armados podrían retomar su actividad en estas áreas, especialmente porque tienen gran experiencia en vivir y esconderse en el desierto".
Por ello, el coronel consideró que la próxima fase de la operación tendrá que centrarse en el trabajo de inteligencia y la colaboración con los habitantes locales, pastores y campesinos que pueden proporcionar información sobre los yihadistas, además del empleo de drones para vigilar la zona.
La Comandancia de Operaciones Conjuntas, que integra a todos los cuerpos arriba mencionados, informó hoy de que once terroristas fueron abatidos y ocho detenidos durante la operación, en la que también fueron requisados 151 cohetes Katiusha y proyectiles de mortero, otras armas, municiones y material logístico y aparatos de comunicación.
Asimismo, las fuerzas conjuntas destruyeron un centenar de "centros de reunión" de los miembros del EI, siete túneles y cinco fábricas de bombas, 54 artefactos explosivos y dos coches bomba, según un comunicado.
En Irak todavía hay presencia de yihadistas en diferentes puntos del país, a pesar de que en diciembre de 2017 el Gobierno iraquí dio por finalizada la guerra contra el EI, tras recuperar el control de todos los territorios que los extremistas habían ocupado a mediados de 2014.
Tras el colapso del "califato" del EI en Siria el pasado marzo, algunos combatientes han huido a Irak y las autoridades elevaron el nivel de vigilancia en la frontera con el país vecino para evitar que estos se infiltren y vuelvan a organizarse en territorio iraquí.
