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Un comentario sobre la autoridad abusiva

MTRO. FRANCISCO PINEDA

El impacto del abuso después de un uso extremo de autoridad o de poder por lo general es negativo, y puede ocasionar daño en la integridad emocional de las personas bajo la dirección de alguien en posición de autoridad, además de una sensación de injusticia social.

De alguna manera, una parte considerable de la población en muchas culturas ha sido sometida a un estilo autoritario extremo al ser supervisada durante su formación desde edad temprana, o alguna otra interacción personal en un determinado ambiente social. El abuso de poder, conocido también como abuso de autoridad, maltrato, acoso, agresión física o emocional, etc., puede verse a través de un estilo autoritario y abusivo de los padres u otro familiar, con un supervisor en el trabajo, un régimen político o un acoso social en la escuela, con algunas amistades y relaciones interpersonales cercanas y/o íntimas. Muchas veces nos damos cuenta del abuso inmediatamente, otras veces la experiencia pasa desapercibida, simplemente la ignoramos o negamos, o se acepta y hasta se defiende como justificación un supuesto mejor control de otros.

La persona abusiva tiende a la búsqueda de control sobre otras personas generalmente por medio de agresión física, psicológica, sexual, financiera, etc. En muchos de los casos, la necesidad de controlar se presenta de manera simple y no problemática, en otros, la necesidad de imponer es obvia y abierta, al grado que nos sentimos incómodos alrededor de estos controladores y los evitamos lo mas que se pueda. La motivación de una persona abusiva puede estar relacionada con una necesidad de gratificación personal al momento de ejercer control, y una subestimación de otros, así como también de intimidarlos con la idea de hacerles ver que ellos no están al mismo nivel de él o ella.

Lo reconozcamos o no, el abuso de autoridad o de poder puede ser problemático en el corto y largo plazo, particularmente en un desarrollo saludable de autoestima. Muchos casos de abuso extremo están relacionados con una capacidad de empatía deficiente, la cual es vista frecuentemente en personas quienes presentan rasgos patológicos, por ejemplo, personalidades narcisistas o antisociales. Estos individuos no perciben el impacto que el dolor emocional está causando a otros debido a su estilo abusivo.

Una persona autocrática y abusiva, tiene la tendencia a demandar que las cosas se hagan de acuerdo a expectativas o deseos muy personales, sin importar el punto de vista del controlado. Por ejemplo, algunos padres quienes obligan a los hijos a actuar de manera muy particular, como vestir, hablar, comer, sentarse, etc., los cuales son de acuerdo a lo que ellos (los padres) vivieron durante su época a la misma edad de los hijos. O el supervisor de trabajo quien centraliza la toma de decisiones de manera extrema limitando al trabajador de una actuación creativa en sus labores. El propósito de estos controladores es hacer que las personas sigan una manera "correcta" de comportarse para un supuesto "beneficio" de una familia, sociedad o una organización. A menudo, esta gente controladora ("bullies") tratan de esconderse detrás de un temor de perder contro, y algunas veces miedo de ser descubiertos que en realidad son personas débiles.

Muchas veces, la persona abusiva no es reportada, ya que existe un temor a represalias, por ejemplo, ser despedido en el caso de un trabajo o ser castigado en casos de la familia, amistades o relaciones interpersonales cercanas. Esta semana conversé con el taxista que me transportó al aeropuerto de Monterrey, N.L., y con otra persona sentada junto a mí en la sala de espera del aeropuerto. De acuerdo a ellos, muchos jóvenes involucrados en una serie de asaltos y asesinatos que torturaron la ciudad de Monterrey hace algunos años, estuvieron influidos por el poder asociado con la posesión de armas de alto calibre y la gratificación de estar en control de otros mediante el sufrimiento de la gente, mas que la búsqueda de dinero. Muchas de las víctimas que sobrevivieron podrían identificar a los depredadores, pero el miedo de poder ser identificados, y después localizados por los malhechores, no les permitía reportarlos. Esto regularmente genera un círculo vicioso en donde el individuo abusivo se siente reforzado a continuar abusando de su poder.

La conducta abusiva por parte de aquellos que la ejercen debido a su posición de autoridad puede tener consecuencias negativas, además de una sensación de injusticia, especialmente para aquellos que no tienen opción de escape. La erradicación de abuso de poder no es una cosa fácil porque quizás sea parte de la cultura de un grupo, organización o sociedad. Sin embargo, concientización por medio de educación y promoción de alternativas mas prácticas es una posibilidad viable. Gracias por su interés en este artículo.

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