Ayer, los quejosos primero se manifestaron en el Sapal y de ahí volvieron a sus colonias para esperar una solución. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Por segundo día consecutivo, habitantes de la colonia José Revueltas y Simón Zamora de Lerdo se manifestaron porque desde hace seis días no sale ni una gota de agua en sus domicilios.
El lunes por la noche bloquearon el bulevar Ejército Mexicano (periférico) y ayer por la mañana protestaron en las oficinas centrales del Sapal, pero minutos después regresaron a su colonia porque personal del organismo operador de agua se comprometió a atender la problemática.
En el sector, se dieron cita habitantes de la colonia, quienes comentaron que pagan su recibo por consumo de agua potable de manera puntual, razón por la que consideran "injusto" que el Sapal no les suministre el vital líquido.
"Cuando tenemos (dinero) podemos comprar el galón de a 10 pesos, y cuando no, pues nos tenemos que aguantar, sin bañar y sin nada", expresó la señora Friksi, una de las inconformes.
Dijeron que durante la protesta que hicieron sobre el periférico el Sapal les envió una pipa de agua que resultó insuficiente para poder realizar sus labores domésticas.
Gustavo Samaniego, director del Sapal, se trasladó hasta el lugar y explicó que el agua dejó de llegar a algunos domicilios debido a que se detectó un taponamiento. "Vamos a abrir con una máquina y checar dónde está el taponamiento, por eso a lo mejor antes tenían un chorrito y ahorita no tienen nada; vamos a checar la conducción, hoy mismo (ayer) tiene que quedar", comentó.
Y las vecinas respondieron: "El señor no se va de aquí hasta que haya agua. Que se quede aquí un día completo sin tomar agua para que sepa lo que nosotros sentimos".
En este sentido y ante la molestia de los quejosos, el titular de la paramunicipal realizó un recorrido por la zona y les explicó las maniobras.
Como se recordará, los afectados se manifestaron y bloquearon ambos sentidos del bulevar Ejército Mexicano a la altura de la Vicefiscalía de Gómez Palacio.
Los colonos salieron a mostrar su inconformidad por la falta del vital líquido, y formando una cadena humana detuvieron la circulación cerca de las nueve de la noche en uno de los sentidos, y media hora después lo hicieron en ambos.
Fue la desesperación la que orilló a los vecinos a bloquear el paso en el periférico, asegurando que "ya es mucho", y que las autoridades no habían tomado medidas en el asunto.
Esta situación provocó el enojo de los automovilistas que permanecieron atrapados en el tráfico durante varios minutos.
