Bautismo. Foto oficial divulgada por los duques. (AP)
El príncipe Enrique y Meghan Markle siguen haciendo las cosas a su manera y marcando distancias con las tradiciones de la realeza británica, como demostraron de nuevo este sábado en el bautizo de su primer hijo, Archie Harrison Mountbatten-Windsor. Los duques de Sussex lo celebraron en el Castillo de Windsor, a las afueras de Londres, en un acto al que solo asistieron familiares y amigos muy cercanos, lejos del foco de los medios y de la ciudadanía.
Tan poca información han aportado los padres, que ni siquiera se conoce el nombre de los padrinos, aunque ha trascendido que "son amigos de la pareja", pero no personajes públicos.