En el momento que escribo este texto, se está jugando el primero de dos juegos de la llamada “London Series” entre los equipos más famosos del beisbol mundial, los Yanquis de Nueva York y Medias Rojas de Boston.
El partido se lleva a cabo en el antiguamente llamado Estadio Olímpico de Londres construido para los Juegos Olímpicos de 2012, ahora simplemente le llaman Estadio de Londres o London Stadium en inglés.
Lamentablemente el primer juego de beisbol de las mayores en la historia en Europa ha sido un reverendo fiasco, y nos referimos exclusivamente a lo sucedido en el diamante, la atmósfera que rodea a esta serie es fantástica, penosamente el espectáculo en el terreno ha sido lamentable, un juego que se acorrientó a base de garrotazos, al terminar siete entradas, el score era 17 a 13 en favor de los neoyorquinos, 30 carreras con 34 hits en total, Boston ha utilizado a siete lanzadores y Nueva York a seis. Una orgía de leña, el juego camina para las cinco horas de duración.
Como ejemplo de deporte refinado y para pensantes como siempre se le ha presentado y presumido al beisbol ha sido todo lo contrario, un auténtico duelo de cavernícolas enfurecidos.
Que esto hubiera pasado en Fenway Park o Yankee Stadium no dejaría de ser un accidente más en la historia de las grandes palizas de un lado y del otro que tiene este deporte, pero ¿Cómo carta de presentación en Londres Inglaterra? Resultó vergonzoso.
Ojalá los británicos entiendan que fue algo extraño y nuestros mejores deseos como grandes admiradores de este hermoso deporte para que el partido dos que inició a las nueve de la mañana de hoy domingo sea un ejemplo de buena pelota a la defensiva y no tanto a la ofensiva, que ya el sábado se tuvo suficiente madera como para contaminar el río Támesis, que haría verse ridícula la invasión de sargarzo a nuestras playas. Y esperamos que esta vez sí luzcan los abridores, porque el sábado brillaron por su ausencia.
Porcello y Tanaka fueron víctimas de los hermanos macana.
Lo que vieron los ingleses el sábado en su capital fue un partido feo, equivalente en futbol a un cero a cero. ¿Irónico no? En un deporte el exceso de anotaciones hasta llegar al hartazgo, lo hace tedioso y lo que quieres es que ya se termine, por el otro lado un 43 o un 5-4 en soccer es altamente apreciable, así es esto.
En cuanto a nuestra Liga Mexicana de Beisbol, el equipo de la Región Lagunera, los Algodoneros del Unión Laguna están en el peor momento de la temporada, es decir, aunque prácticamente nunca han abandonado el último lugar del Norte, en la primera mitad al menos peleaban sin importar el score y la gente se los reconocía, ahora en la serie que perdieron por barrida en el Revolución contra los Piratas de Campeche, por momentos se vio a un equipo desanimado y sin ganas de pelear, una novena fatalista que resignada espera su destino que es perder.
Habíamos quedado antes de iniciar la temporada que este año sería de bautizo de fuego para la nueva directiva que se apuntó el rescate del beis en La Laguna con el tiempo encima y que era prácticamente imposible que se llegase a calificar. Que disfrutáramos del juego sin fijarse mucho de que si se gana o se pierde, pero a nadie le gusta perder y menos con tanta frecuencia y es lógico que la frustración y la tristeza invada a los corazones de todos aquí en nuestra Comarca, lo único que se pide para el cierre de la campaña es que los laguneros se entreguen en cada jugada y dejen a la afición con ganas de volver al parque, ya vendrá el esfuerzo y la entrega acompañados de triunfos, seguramente los jóvenes directivos del equipo guinda han aprendido sobre la marcha y están acumulando experiencia para luego aplicarla en mejorar el equipo, no es fácil, son los nuevos chicos en la cuadra y tendrán que adaptarse a los tejes y manejes de esta Liga tan sui generis. Lo único que les deseamos es paciencia y que no desesperen. Por lo pronto nosotros seguiremos asistiendo al Revolución siempre con la esperanza de ver al guinda prevalecer.
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