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'En lo social, todos somos lo mismo'

Tras enfrentar discriminación y típicos cuestionamientos como '¿Es hombre o es mujer?', Leo relata el reto que significó reconocer la identidad de género y tomar la decisión de realizar su proceso de transición de mujer a hombre

ILUSTRACIÓN: ANA SOFÍA MENDOZA

ILUSTRACIÓN: ANA SOFÍA MENDOZA

FERNANDO GONZÁLEZ

"Me fui prácticamente de infraganti, no avisé, mis padres me hablaron en la noche para saber dónde estaba, mi respuesta fue 'voy a Monterrey, voy a hacer la transición, y no les dije nada porque ya no quería peleas ni nada'".

Así relata Leo la experiencia sobre su proceso de conversión de mujer a hombre luego de que, por el tiempo en el que intentaba conseguir algún empleo, sufriera de discriminación, o el dilema de que las personas no tuvieran claro cómo referirse a él por su aspecto; la pregunta que se hacían era: ¿es él o ella?

A lo anterior se le sumaba la insistencia de sus padres, quienes le advertían una y otra vez que no sería sino hasta el momento de ser independiente económicamente cuando podría hacer lo que quisiera, pero eso sería imposible porque lo más común es que fuera rechazado.

Desde siempre, Leo notó su pertenencia al género contrario del que nació. Cuando niña le gustó más el personaje masculino que el femenino, y si bien lo sentía como algo normal, dijo que "no es hasta que vas creciendo que te das cuenta de que no encajas en el estereotipo de una mujer".

Nunca le gustó usar faldas, era algo que consideraba molesto e incluso en la preparatoria tuvo varios conflictos por eso, y fue justo en esa etapa cuando se dio cuenta de que por ahí (ser mujer) no iba la cosa, sin embargo, desconocía lo que le estaba pasando, y ni por su mente le pasaban los términos de transgénero o transexualidad.

Su referente fue la mentalidad de las amigas y los amigos. Siempre se llevó muy bien con los hombres, hablar con uno era normal; por el contrario, "de las mujeres no toleraba los cambios de humor, que sean muy emocionales, detallistas, etcétera; no sentía que compaginaba y me orillaba a ser sensible, delicado... cosas así".

Algún tiempo de su vida se inclinó por esforzarse en aparentar ser mujer, incluyéndose en el grupo de las amigas, usando maquillaje, arreglándose el cabello, pero eso no duró mucho porque Leo no es el tipo de persona a la que le gusta fingir. Por lo que decidió estar con amigos, a quienes les copiaba "esos detalles que hacen la diferencia entre ser un hombre y una mujer".

Esos "detalles", como Leo los llama, "cliché": tener más dinero o mayor habilidad para conseguirlo, ceder el paso o el asiento a la chica; "cosas que traes desde chico".

No fue hasta cursar la carrera de Diseño de modas cuando conoció el término y entendió lo que es ser trans, esto de la mano de preguntas como "¿por qué hacemos cosas de mujeres y de hombres no?" y actividades con el fin de diseñar algo para sí mismos que terminaban, en su caso, por tener un estilo andrógino o masculino. "Ahí se veía reflejado lo que yo traía".

Al terminar la licenciatura y empezar a buscar trabajo fue cuando empezó su verdadera odisea, pues Leo se encontró con la dificultad de que lo vieran con el cabello corto y con un rostro no tan femenino que generaba las preguntas "¿es hombre o es mujer?", "¿cómo le hablo?".

Esa situación le generó conflictos al momento de buscar empleo. Sus capacidades o habilidades frente a los entrevistadores pasaban a segundo plano. Siendo contratado, cuando llegaba a suceder, lo trataban mal y le pagaban poco, lo que le orilló a la depresión. Muchas preguntas empezaron a rondar en su cabeza: "¿quién soy?, ¿adónde voy?, ¿qué es lo que quiero? No sabía nada".

Eso se reflejó en sus intentos por conseguir trabajo. El tener que ir a una entrevista por un puesto vacante le generaba pánico; lo que iban a decir o pensar sobre él le incomodaba. Así, empezó su proceso de conversión. Primero acudió a un psicólogo, quien le ayudó a tratar con la depresión generada por sus imposibilidades en el mundo laboral, y también a entender por qué la imagen que tenía sobre sí mismo no coincidía en el espejo. Lo encaminó a la conversión por medio de un tratamiento con hormonas.

LA TRANSFORMACIÓN

Si bien su proceso con un psicólogo y un endocrinólogo inició después de la universidad, la transición fue al término del bachillerato, cuando tuvo un año sabático y decidió cortar su cabello, el cual quedó de forma similar a la de un personaje de caricatura llamado "Jimmy Neutrón", por lo que sus más allegados así lo nombraron. Al paso del tiempo cambió su vestimenta hasta llegar a la universidad, donde de la mano de su carrera pudo centrarse más en cómo aparentar ser hombre por medio de la ropa, para ser más masculino.

No fue hasta que llegó con el psicólogo cuando pudo entenderse, "yo no voy a andar esperando a que la demás gente ande adivinando qué soy; es algo que no me gusta y no tolero".

Así, su apodo de Jimmy lo relacionó primero con "James", un nombre que le gustaba, pero no era ad hoc a la región "como podría serlo Pedro o Pablo", y pensó que eso sonaría extraño para la gente, por lo que buscó otro nombre y lo encontró en un youtuber mexicano que radica en Japón, volviéndose su ejemplo a seguir: "Leo", de Japanistic.

Ya sabiéndose Leo, su siguiente paso fue ir a Monterrey, donde pudo visitar un endocrinólogo y conseguir la receta médica que, con base en diferentes análisis, estipulaba la dosis de testosterona que tendría que aplicarse para asemejarse a la imagen de un hombre ya con 25 años.

Regresó a Torreón, consiguió el fármaco y un día después, pidiendo la ayuda de su mamá para su aplicación, empezó su tratamiento "realmente tarde, ya que debe ser desde chavito para que se vean los cambios más rápido y fluido".

De esa forma (al menos en su caso, porque puede ser diferente en todos) empezaron a presentarse las diferencias. Primero la voz se le engrosó, la cara se le hizo más cuadrada, hubo una cantidad menor de grasa en general en todo el cuerpo, pero sobre todo en las caderas y el busto; se le ensanchó la espalda así como el cuello, le empezó a crecer vello y el músculo comenzó a ser más fácil de desarrollar.

De esta forma, llegó a tener el aspecto que tiene hoy en día, pero que al mismo tiempo decidió no mostrar dadas las posibles consecuencias que traería en distintos ámbitos de su vida. Sin embargo, su tratamiento sigue llevándose a cabo, y en mente tiene la remoción de las glándulas mamarias, ya que "es de ley", tanto por aspecto como por la incomodidad que genera la faja que le permite lucir sin busto en la actualidad.

A diferencia de otras personas transexuales, Leo no considera cirugías como la histerectomía (la extirpación del útero) o la faloplastia (reconstrucción del órgano sexual en relación con el género masculino), puesto que desde su punto de vista, un hombre no se determina por tener o no un pene.

La diferencia para él radica en otros aspectos como la fuerza, las facciones, el vello y la voz. Además, "hay muchos tabúes sobre tener un falo, y es que para mí no tiene caso", esto en lo que respecta a lo físico, pues "en lo social todos somos lo mismo".

Es por esto que para él no hay una diferencia real entre un hombre transexual y un hombre cisgénero, esto en medida al tratamiento hormonal que permite al transexual desarrollarse tal y como lo haría un hombre que lo es desde nacimiento, y en consecuencia, los detalles que podrían diferenciar a uno del otro "son chiquitos", sobre todo sociales, de comportamiento, "en los que está cayendo el error".

FAMILIA, AMIGOS Y NOVIA

En la familia de Leo, el tema de ser un hombre transexual no se toca. Si bien su mamá decidió ayudarlo con la aplicación de la testosterona, su conversión no suele ser un tema de conversación.

Él afirma que si bien ninguno de sus padres y menos su hermano se lo reprocharon o lo discutieron, existe ese "silencio porque ya sabemos que es incómodo".

Incluso le han llegado a decir "está bien lo que estás haciendo, pero no vayas a hacer algo malo", a lo que Leo les responde que "no es nada malo". Su madre lo ha ido entendiendo, y él piensa que "ya está empezando a aceptar mi identidad".

Caso contrario a su mamá, Leo cree que la razón por la que su padre no lo acepta ni lo rechaza es "que todos tenemos una etapa de luto, y esto no solo se enfoca a cuando muere alguien, sino cuando se pierde algo como la imagen de ti [...] y cada quien tiene su tiempo de aceptación o negación, depende de cada quien".

A pesar de esta diferencia con sus padres, él dice "no trato de complicarme la vida preguntándome por qué no me aceptan, porque así simplemente te vas a deprimir y pues no". Además entiende que lo que está haciendo no depende de sus padres.

Mientras tanto sus amigos, "como que ya se lo esperaban, no tuve tampoco ningún problema. Solo pues al principio como a todos pues se les va un 'ella' en vez de 'él', pero ya con el tiempo se han ido adaptando".

Además de tener la experiencia con su familia y amigos, Leo tiene novia; "eso me ha ayudado mucho". Afirma que no pensaba tener pareja, pero las cosas se fueron dando, y al momento de tener que explicarle sobre su conversión a hombre no hubo complicación, y de hecho "no ha habido discusión, y me ha apoyado completamente".

Incluso, cree que es su novia la que más le ha ayudado con esos "detalles chiquitos" que caen sobre todo en lo social. Por lo que le da aliento en continuar en este proceso, razón por la que Leo dice que "ha sido perfecto".

A detalle

Datos sobre esta conmemoración:

*El 28 de junio es el Día del Orgullo LGBT según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

*En la actualidad la abreviación completa es LGBTTTIQA, las cuales significan, en ese orden, ‘lesbiana, gay, bisexual, travesti, transexual, transgénero, intergénero, queer y asexual’.

*La noción básica del “orgullo LGBT” consiste en que nadie debe avergonzarse de lo que es, cualquiera que sea su sexo, orientación sexual o identidad sexual.

*La fecha se debe a la conmemoración de los disturbios de Stonewall en 1969, que marcan el inicio de la liberación homosexual en los Estados Unidos.

*En las celebraciones suele darse cabida a actividades como reivindicaciones sociales o políticas que identifican al colectivo.

*Además, se denuncian casos de transfobia, homofobia o lesbofobia aún existentes.

Para conocer

Transgénero y transexualidad según la Asociación Estadounidense de Psicología (APA, por sus siglas en inglés):

*El sexo se asigna al nacer, hace referencia al estado biológico de una persona como hombre o mujer.

*El género se define como los atributos, actividades, conductas y roles establecidos socialmente para hombres y mujeres.

*La persona transgénero es aquella cuya identidad de género no se ajusta a aquella generalmente asociada con el sexo que se les asignó al nacer.

*La persona transexual corresponde a la adopción del sexo deseado a través de cambios en la apariencia física a través de diferentes procesos.

*Si bien ser transgénero o transexual no es un trastorno mental, es un estado psicológico que podría generar alguno como angustia o discapacidad, en ocasiones sobre todo por la falta de aceptación y experiencias de discriminación o agresión.

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