Por cuarta ocasión consecutiva, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió, por mayoría, mantener el objetivo para la tasa de interés interbancaria a un día en un nivel de 8.25 por ciento, aunque un miembro votó por reducirla en 25 puntos base. (ARCHIVO)
La junta de gobierno del Banco de México (Banxico) decidió por mayoría mantener en 8.25% la tasa de referencia.
Es decir, cuatro de los cinco miembros votó por no cambiar el objetivo de la tasa de interés interbancaria a un día.
Con ello, se rompió la unanimidad que se había observado en las últimas decisiones de política monetaria, ya que un miembro del órgano colegiado del Banco Central votó en contra de mantener el mismo nivel para el costo del dinero.
En el anuncio de política monetaria, Banxico dio a conocer que un integrante votó a favor de bajar la tasa en 25 puntos.
El nombre del integrante que decidió que era necesario relajar la postura monetaria en un cuarto de punto se dará a conocer el 11 de julio como parte de la minuta de la reunión de política monetaria.
La mayoría de los integrantes de la junta de gobierno sustentó su decisión en que la política monetaria debe responder con prudencia, si por diversas razones se eleva considerablemente la incertidumbre que enfrenta la economía.
Expusieron que actualmente la postura monetaria es congruente con la convergencia de la inflación a su meta en el horizonte en que opera la política monetaria.
Banxico tiene como objetivo una inflación de 3% con un rango de variabilidad de más/menos un punto porcentual.
La junta de gobierno estableció que si bien decidió no mover la tasa de referencia, continuará dando seguimiento cercano a todos los factores y elementos de incertidumbre que inciden en el comportamiento de la inflación y sus perspectivas.
Con base a ello, tomará las acciones que se requieran considerando la información adicional, de tal manera que la tasa de referencia sea congruente con la convergencia ordenada de la inflación general a la meta del Banco de México.
Señaló que aún se enfrenta el reto de consolidar una inflación baja y estable, y los riesgos a los que está sujeta la formación de precios y las condiciones de holgura en la economía.
