Hacía mucho tiempo que no veía a este exalumno. De hecho, ya concluyó la carrera, ya se hizo director general de la empresa familiar y dejó de ser aquel inquieto en clase que conocí. Coincidimos en un viaje y hablamos de todo cuanto nos permitió el trayecto. Entre otras cosas de lo que su curso en el IPADE le dejó.
Además de amigos entrañables, no olvida lo que un profesor compartió a propósito de una pregunta poco común: ¿hay política al interior de las empresas? Pareciera de primera instancia que, en el sentido que se da en el uso común a la palabra no necesariamente se presenta esa actividad en las empresas. Sin embargo, aquel profesor les compartió una interesante perspectiva de lo que puede entenderse por política al interior de las corporaciones, pero también en la sociedad en general.
Los objetivos, metas, "números", que se plantea la empresa para un año son, se supone, el interés común a todas las personas en la organización. Eso permite colaborar con alineación y enfoque en la obtención de tales resultados. Sin embargo, en el día a día, las organizaciones están compuestas por áreas e integradas por individuos cuyas funciones, incentivos y circunstancias no siempre se encuentran perfectamente alineadas. En ese sentido, se puede comprender que, si bien hay objetivos comunes, también es cierto que hay intereses diversos en la organización. La política, en este contexto, les propuso el profesor, puede entenderse como el arte de alinear intereses.
Muy práctica y sintética manera de exponer una definición de política. Y desde luego aplicable en un contexto mayor al de una organización empresarial.
En un entorno comunitario, una ciudad o una región, es mucho más fácil de detectar la diversidad de intereses que se presentan. Como en el caso anterior, el bienestar general, la convivencia pacífica y las oportunidades pudieran ser aspectos comunes de modo que integraran eso que se llama el interés general. Sin embargo, el cómo llegar a esas realidades y qué implican tiene tantas complicaciones como intereses están de por medio.
Suponiendo la diversidad de intereses y la libertad para protegerlos dentro de un marco común de legalidad, encauzarlos hacia la obtención de beneficios comunes y de eso que decíamos arriba denominamos interés general es precisamente el arte de lo político entendido, claro, como planteó e multicitado profesor cuyo nombre, por cierto, no me fue revelado.
En este orden de ideas, no debería sorprender a nadie que en una colectividad se encuentren múltiples ideas de cómo resolver o enfrentar algún reto presente o de manifestación futura. Eso sería la normalidad. Lo que sí es menos frecuente y normal es encontrar soluciones óptimas desde el punto de vista de la alineación de intereses.
Esto último es lo que distingue a las colectividades que resuelven adecuadamente su alineación de intereses de aquellas otras que no lo hacen. Observar convivencias respetuosas; regiones vibrantes en términos de atracción de talento e inversiones; perspectivas optimistas respecto a la generación de oportunidades de empleo y emprendimiento; y, en fin, bienes públicos de acceso real, son la consecuencia de un eficaz enfoque de objetivos compartidos.
Por el contrario, conflictividad permanente, lentitud o franca parálisis en la resolución de desafíos colectivos; y bienes públicos escasos o deteriorados, son manifestación de la incapacidad para encauzar en forma ordenada y compartida los intereses diversos que convergen en una comunidad específica.
Tanto en las organizaciones como en las colectividades sociales resolver la alineación de intereses no es sencillo. Se trata de una actividad más parecida a una labor artesanal que a un proceso rigurosamente preestablecido. La paciencia, el manejo de los tiempos y la suma de los actores estratégicos son aspectos fundamentales para el éxito encauzamiento de intereses.
No solo en las organizaciones la alineación de intereses es una labor política; lo es en grado mayor en las colectividades. En ambos casos tiene más de trabajo artesanal que mecanizado. La situación de una organización o de una colectividad son el pulso que nos transmite el nivel de alineación de intereses presente.
@letrasalaire
