Reunión esperanzadora

Antier en la Ciudad de México el presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo a bien recibir en Palacio Nacional al flamante Consejo Regional para la Inversión, el Empleo y Crecimiento Económico para La Laguna.

Este grupo representativo de la Iniciativa Privada lagunera tuvo la oportunidad de reunirse con el primer mandatario del país debido a la idea comandada por el señor Alfonso Romo, titular de la Oficina de la Presidencia. La intención de Romo es crear 32 consejos más como este de distintas regiones del país para que López Obrador y su equipo cercano tengan mejor información y más certero pulso sobre las características y vocaciones de cada zona de México.

Lo más rescatable de la reunión sin duda fue la oportunidad de que el presidente López escuchara de primera mano las características económicas de la región y con ello intentar lograr que los planes que llegase a tener la presente administración federal en cuanto a cualquier política de impulso y desarrollo en la región empaten realmente con las fortalezas con las que aquí se cuentan.

Ciertamente, el grupo que ayer se reunió con AMLO fue encabezado por el presidente del Consejo de Administración de Grupo Lala, y unos de los temas que necesariamente se tocaron ahí fue el manejo del agua sustentable en la región, además de seguridad pública y equidad social.

En lo que respecta al tema de seguridad, los asistentes al encuentro coincidieron en la necesidad de mantener la estrategia del mando especial, figura que aglutina bajo una sola voz proveniente de un miembro del ejército, a todas la fuerzas de seguridad que se encuentren en La Laguna, dígase policías municipales, estatales, federales y militares.

Evidentemente el tema del agua es muy delicado, ya que si bien es cierto que se ha reiterado hasta la saciedad que existe un desequilibrio ambiental en cuanto a la extracción del vital líquido del subsuelo lagunero, es claro también que la opción de prohibir el desarrollo de la importantísima industria lechera que aquí se ha desarrollado no es ni remotamente la mejor decisión.

Cierto es también que es menester y justo detener la sobreexplotación de los mantos freáticos de la zona, que debido a uso intenso el agua tiene que obtenerse a profundidades que rebasan en algunas zonas hasta los 400 metros y viene esta cargada con arsénico, elemento venenoso para el consumo humano.

Con la detención del director general de Altos Hornos de México (AHMSA), Carlos Ancira Elizondo, el Gobierno de Andrés Manuel dio muestras de que es su decisión realizar las acciones que ellos consideren justicieras aun cuando estas acarreen inestabilidad laboral para regiones enteras del país. Si AHMSA se detiene, Monclova y toda la región Centro de Coahuila simplemente colapsa económicamente. Aunado a eso, si nuevamente se recuerda la lamentable decisión de cancelar el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México con obra ya iniciada, así como la peregrina idea de la construcción de una refinería en Tabasco (inviable en materia económica según los expertos) en un sitio conocido como Dos Bocas, aunado a la construcción del proyecto del Tren Maya, es obvio pensar que en una de esas el Gobierno de la república podría darle en la madre a una rama de la industria fundamental en desarrollo económico de la región y de la cual dependen miles de familias: la industria lechera, por el hecho de que si las cosas siguen como hasta ahora, la catástrofe sería ecológica, pero aniquilarla por decreto es peor, máxime si se piensa con simpleza que toda la cuenca lechera se puede trasladar sencillamente a Tabasco porque el presidente así lo piensa.

En ecos sobre el encuentro se puede decir que Andrés Manuel es mucho más ágil en su manera de comunicarse que lo que se ve y escucha en los medios de comunicación, confirmando la sagacidad del mandatario para conectar con las grandes masas. Además de ello, lo más importante es que realmente la reunión da esperanzas que de que este nuevo Gobierno en verdad será un facilitador de la inversión y observador real del estado de derecho, para contribuir en un elemento fundamental para la armonía del pueblo mexicano.