La amenaza de la aplicación de los aranceles a las exportaciones mexicanas todavía existe, afirmó el jefe de investigación económica para América Latina de Barclays, Marco Oviedo. (EFE)
La amenaza de la aplicación de los aranceles a las exportaciones mexicanas todavía existe, afirmó el jefe de investigación económica para América Latina de Barclays, Marco Oviedo.
Si se cumple dicha amenaza podría restarle a la economía 0.5 puntos, estimó.
"La estimación que tenemos del impacto de esa medida en la actividad económica es de 0.5 puntos porcentuales del PIB en un trimestre, si las tarifas se aplican y se mantienen en un trimestre esa sería la caída que tendría en todo el PIB en México", dijo.
No considera probables segundos efectos por confianza y alguna persistencia que podría tener a lo largo de los años, expuso durante la presentación de las Perspectivas Económicas para la segunda mitad de 2019.
Como ejemplo, estableció que si hoy sí hubieran impuestos los aranceles del 5%, la economía crecería cerca de 0.5%-0.7% considerando que el pronóstico de Barclays es de 1.2% para 2019.
Comentó que la preocupación de los mercados era que en una situación en donde la economía es bastante débil, la amenaza de los aranceles puso tensión, pese a que no hubo una sobre reacción.
SÓLO UN BACHE
Consideró que la pregunta en el aire es si vamos a tener una desaceleración tenue, un "bache" o estamos encaminados hacia una recesión.
"Vemos que la actividad económica puede estar sujeta todavía a un entorno más complicado de lo que ya está", ponderó.
Sin embargo hizo ver que al menos el dato de la actividad industrial de abril que salió hoy es bastante bueno y lo deja tranquilo, porque parece ser que se trata de una desaceleración.
El presidente y director general de Barclays México, Raúl Martínez-Ostos, enfatizó que la preocupación que teníamos por el tema de aranceles se superó, sobre el impacto en la actividad económica y de la relación con Estados Unidos.
En su opinión, eso habla bien de la presente administración de buscar una política de conciliación y no de enfrentamiento con su principal socio comercial.
Reconoció que sin duda fue un claro resultado positivo y así lo está tomando el mercado, pese a que fue un elemento que le metió mucha presión.
Afirmó que la presencia de Barclays no es de un año, ni de corto plazo, "ni los asustan los periodos de volatilidad".
